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El camino había sido un poco largo, pero iban tan cómodos y tranquilos que aquello pasó a segundo plano.

Taehyung estaba callado, metido en sus pensamientos para tratar de ignorar el latido de su corazón.

Buscaba pensar en cualquier otra cosa que no fuera Minjae y su beso destructivo, o el alfa pálido que sostenía su mano con firmeza.

Era un lío de emociones, desde tristeza y enojo, hasta vergüenza y felicidad.

No sabía a dónde iban, pero estaba tan ensimismado que parecía darle igual.

Cuando llegaron, había un pequeño parque frente a él. Observó el lugar, maravillandose con lo bonito que era.

Se adentraron en silencio, y mientras se dejaba guiar una vez más por el alfa, observaba los árboles que abundaban alrededor.

La brisa era relajante, y la vista aún más. Podía ver los arbustos y las flores moverse lentamente gracias al viento, y el sonido de las ramas sacudiéndose le hacía sentir en paz.

Había dejado de llorar en algún punto del viaje, y el recordatorio de eso lo hizo sonreír. El alfa había logrado distraerlo incluso de su propio dolor.

Se detuvo cuando el alfa se volteó.

-Cierra los ojos.

Obedeció sin poner mucha resistencia, sintiendo cómo lo hacían caminar lentamente.

Escuchó al alfa susurrarle que podía ver, así que, ignorando el escalofrío que le recorrió al escuchar la voz del pálido tan cerca, procedió a abrir los ojos.

Frente a él había un pequeño lago. Alrededor estaba rodeado de plantas y pequeñas flores, pero lo que llamó su atención fueron los lirios de agua que sobresalían del lago.

Blancas y hermosas, dándole vida a la imagen frente a él.

Estaba embelesado con el lugar, sonriendo sin poder evitarlo. Era hermoso.

-¿Te gusta?

Escuchó del peligris. Lo vio y sintió a su omega removerse en su interior.

El alfa parecía brillar, la sonrisa que tenía lo cautivó, y sus ojos oscuros lo hacían sentir atrapado.

Se sentía incapaz de hablar, así que solo movió la cabeza, afirmando lo que para él era obvio.

El alfa parecía no tenerle tregua a su corazón que parecía salir de su pecho cada vez que se acercaba mucho a él, pues buscó su mano mientras que acariciaba su mejilla.

Se quedaron así, observándose mutuamente y compartiendo un momento único en un sitio maravilloso.

Taehyung sonreía, mientras veía las facciones del mayor. Las que había observado antes, pero que parecían gustarle más cada vez que las volvía a ver.

-Gracias, Suga.

Fue lo único que dijo después de un tiempo.

El alfa sonrió, alejándose finalmente del omega.

Taehyung se sintió un poco decepcionado, pero su corazón desenfrenado y el revuelo que sentía en su estómago le recordaban que aquel fue el momento más íntimo que habían compartido hasta ahora.

-Es hora de irnos.

Asintió ante lo dicho, y dando una última mirada al hermoso lago, sostuvo la pálida mano para volver a casa.

















Editado 03/08/24

Conocidos •YoonTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora