Conocidos •YoonTae•

45

-¿Por qué hiciste eso, Jungkook? No era necesario que nos fuéramos y lo dejáramos solo con ese... Ese extraño paliducho. - dijo la pelinegra.

El aroma de la fémina estaba inundando el lugar, haciendo suspirar al más joven.

-Lo hice precisamente por esto, Noona. ¿Crees que no me siento incómodo también? No fuiste la única en presenciar cómo TaeTae-hyung besaba a un desconocido.

-Entonces si lo sabes ¿por qué me sacaste de ahí? Merecemos respuestas.

-Pero él merece descansar, y si necesita hacerlo con aquel extraño, entonces yo le daré su espacio Hye-noona.

La pelinegra lo vio, con molestia y culpa, sabiendo que tenía razón, pero siendo muy terca para reconocerlo.

-No es justo.

-Noona...

-No es justo, Jungkook. Nosotros fuimos quiénes vieron cómo esa maldita cabaña le caía encima, nosotros somos los que siempre hemos estado ahí para él, siempre somos nosotros ¿Y prefiere lanzarse a los brazos de un extraño? - dijo, con su voz cada vez más baja a medida que hablaba.

El menor observo cómo su amiga empezaba a temblar, aguantando las lágrimas que no podía retener por más que quisiera.

Se lanzó a abrazarla, rodeando a la alfa con sus brazos, sintiendo sus propias lágrimas llenar su rostro.

-Nos debe explicaciones, Noona, lo sé, y él también lo sabe. Pero ¿Quién crees que tuvo el mayor miedo? ¿Nosotros de perderlo o él de morir? - susurró, para que solo ella escuchara. - Necesita nuestro apoyo, y también el de ese desconocido ¿Lo entiendes?

La mayor solo asintió, dejándose consolar por su dongsae. Ambos dándose ese apoyo que necesitaban, para sentirse mejor del que había sido el mayor susto de sus vidas.

*****

-Podrá salir esta noche, debe asegurarse de tomar todas sus medicinas y venir en un mes para su revisión. - dijo el doctor, sonriendo ante el puchero que puso el omega.

-Sobre esos ejercicios que mencionó...

-Le explicaremos cómo hacerlos la próxima vez que venga, ya que tendrá que hacerlos sin el yeso puesto. - respondió al alfa de tez pálida, quién asintió y agradeció rápidamente.

El doctor se retiró poco después, despidiéndose de los alfas y del joven omega que aún mantenía el puchero.

-Bien, ya que todo parece estar en orden, lo mejor será que acomodemos todo para poder retirarnos. El viaje a la ciudad es algo largo, entre más pronto esté en su hogar más rápido podrá recuperarse. - dijo el señor Kim, sonriendo al menor de todos.

-Está bien. - respondió correspondiendo automáticamente el gesto del moreno.

-Me encargaré de ayudarlo a recoger sus cosas, pero quisiera hablar con usted primero. - dijo Suga, llamando la atención del castaño.

-Por supuesto ¿Qué sucede?

El alfa intercambio miradas con su destinado, buscando una afirmación que no recibió, ya que el más joven parecía haber olvidado su charla antes de aquel beso compartido.

-Mm, bueno, yo... Nosotros... - empezó, con sus mejillas pintándose levemente de rosa. - Queríamos pedirle que mantuviera nuestro vínculo en secreto, por favor.

El pálido lo vio, con firmeza y nervios, observando de reojo la sorpresa en el omega (que parecía recordar el tema).

Namjoon solo empezó a reír levemente.