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Llevaba corriendo tanto tiempo que sentía sus piernas debilitarse, haciéndolo tropezar de vez en cuando, siendo más difícil estabilizarse cada vez.

Su teléfono vibraba en su chaqueta, pero él solo tenía en mente seguir corriendo. Su omega aullaba, preocupado por él, mientras él solo se recriminaba el no haber obedecido a su lobo.

Las lágrimas empañaban su vista, pero la ligera lluvia que empezaba a caer se encargaba de mojar sus lentes, dejándolo prácticamente a ciegas con las gotas frías calando dentro de su ropa.

Aún así, ni siquiera sentía frío. Le dolía el pecho, pensando en cada momento en el joven que había tenido su corazón y lo había dejado caer en tan sólo segundos. Minjae era mostrado en su cabeza una y otra vez, enseñándole todos esos momentos en los que él más se enamoraba, sin fijarse en cómo el beta lo trataba como trataría a un niño pequeño.

La primera vez que sostuvo su mano, cuando salieron solo ellos dos porque los demás estaban ocupados, las veces en que se despedía de Taehyung con un beso en la mejilla, o las veces en que lo abrazaba y le contaba esas hermosas historias que leía mientras los demás chicos convivían entre ellos, dejándolos estar en su pequeño mundo, un mundo que para uno había sido puro amor, mientras para el otro pura hermandad.

Se sentía débil, idiota y mala persona. Había ignorado a la chica, había ignorado a sus amigos, había ignorado a Minjae, queriendo enfrascarse en su dolor en vez de enfrentarlo.

Sintió su cuerpo caer veloz y estruendosamente, al mismo tiempo que la lluvia se intensificaba y un trueno se hacía escuchar. Cayó sobre sus rodillas y sus palmas, ahora sintiendo el ardor en ambas zonas de su cuerpo.

Sus lágrimas ahora eran por dolor físico, aparte del emocional, y sus sollozos antes silenciosos ahora se hacían escuchar, importándole poco el sitio en donde estaba.

Abrazó sus piernas, y ocultó su rostro entre ellas, buscando hacerse invisible en tal acción.

La lluvia ahora parecía tormenta, su teléfono había dejado de vibrar, probablemente ya dañado por la humedad recibida, y mientras sus lágrimas hacían competencia con las gotas de lluvia por ver quién bajaba más rápido por su rostro, su lobo aulló fuertemente queriendo tener su atención.

Hizo caso omiso al omega en su interior, deseando desahogarse, pero de haber prestado atención al animal, habría podido escapar del joven que se acercaba.

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Espero les guste, besitos <3








Editado 02/08/24

Conocidos •YoonTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora