Conocidos •YoonTae•

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El omega se encontraba en un rincón del apartamento, observando a sus amigos charlar y beber animadamente.

Era viernes, y Moon había decidido que quería comer con sus amigos en casa. Habían comprado comida suficiente para saciar el estómago de aquellos alfas sin llenadera, y unos cuantos postres, culminando el festín con unas cuantas botellas de soju para pasar el alimento.

Hoseok estaba enseñándoles unos pasos nuevos que quería incorporar en sus coreografías, Minjae era el encargado de llenar el lugar de silbidos y aplausos hacia el mayor, Hwasa se reía de las ocurrencias de sus amigos junto a Moonbyul, y Jungkook se reía y disociaba en partes iguales.

Era una noche como cualquier otra que compartía con sus amigos, con la diferencia de que esa noche en especial se sentía especialmente distante.

Desde el inicio no había querido participar en la reunión semanal, a sabiendas de que podría sentirse incómodo. Durante el último mes, en el cuál apenas volvía a conversar de forma normal con Minjae, había tenido ligeras discusiones con Hyejin y Jungkook, también supo que hubo unos cuantos roces entre las dos féminas por una alfa que quería cortejar a la Omega, y para finalizar, cada vez que Hoseok lo veía luego de que lo llevo a su cita médica, se encargaba de molestarlo con respecto a su destinado.

Eran demasiadas cosas sin resolver, sin contar con el estrés que había sufrido en su trabajo, pues era difícil adaptarse al ritmo de todos luego de que adelantaran gran cantidad de cosas durante el tiempo en que estuvo de reposo.

Honestamente, solo quería quedarse en su apartamento y pasar su fin de semana libre comiendo algunas cuantas calorías mientras lloraba viendo Orgullo y Prejuicio, Mujer Bonita y 10 Cosas que Odio de Ti.

Sin embargo, ahí se encontraba, en aquel rincón del apartamento de su amiga, deseando que Hoseok se alcoholice más rápido de lo que comúnmente hace para que todos decidan que es hora de acabar la fiesta, así Jungkook lo podía acompañar a casa mientras Minjae y Hwasa se encargaban del alfa pelirrojo, pero sabía que no sería así, por lo que solo suspiró mientras veía la figura de la omega acercarse a él.

- ¿Todo bien, Tae? - dijo la rubia, sentándose a su lado.

-No veo por qué no sería así, Noona. - respondió a la vez que tomaba un pequeño sorbo de su bebida. Quizás disimulando su malestar, quizás disimulando su nerviosismo de ser tan obvio.

La risa baja de su amiga le confirmó que cualquiera de la dos, no había funcionado.

-Te conozco, mejor dicho, te conocemos. Sabemos que no eres precisamente el alma de la fiesta, pero no eres de excluirte a ti mismo, no con nosotros. Así que... ¿Me dirás qué sucede?

Y quizás fue el genuino interés de su amiga, o el hecho de que se sentía demasiado sensible, que las ganas de llorar lo invadieron.

Moonbyul notó esto, encargándose de llevar al menor al pequeño balcón en su apartamento, dónde podrían tener más privacidad.

Fue cuando el frío aire de Seúl pegó en su rostro que decidió que sería bueno soltar un poco de aquellos pensamientos que le carcomían la cabeza, y quién mejor que con la más comprensiva de todo su grupo.

La rubia tomó su mano, y le otorgó una sonrisa, esperando por el menor.

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-Entonces... ¿estás celoso, estresado y molesto, todo al mismo tiempo, además de ansioso por sentirte así? – decía la fémina, mientras el omega asentía.