Conocidos •YoonTae•

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Namjoon quiso reír al levantarse y encontrar al alfa babeando justo en la cama de al lado. El alfa de cabellos castaños sabía que Yoongi había escapado durante la noche, y estaba seguro de que estaba relacionado con su destinado.

El moreno se levantó con pereza, estirándose para despejar el sueño que aún buscaba noquearlo.

Decidió despertar al peligris de una vez, acercándose con la intención de mover el cuerpo ajeno.

Yoongi sacudía su cabeza con un puchero, volteando su cuerpo bajo las sábanas intentando ignorar  las palabras que le otorgaba el señor Kim, pero no pudo evitar abrir los ojos al escuchar la última frase.

-Si te alistas de una vez iremos inmediatamente con tu destinado. - dijo el mayor, sonriendo al ver cómo el pálido dejaba de moverse y volteaba su rostro, buscando sinceridad en lo dicho.

Los ojos hinchados del mayor le dieron ternura al más alto, pero decidió guardarse el comentario, no tenían esa clase de confianza y aún no había confirmado si aceptaría trabajar en la empresa.

El pálido se levantó con lentitud, el sueño reflejado en cada uno de sus movimientos.

Yoongi era un alfa bastante tímido, por lo que al levantarse, se encerró en el baño, buscando esconderse al recordar que balbuceo cual bebé cuando el señor Kim lo intentó despertar. Aún ni había aceptado el trabajo y ya le mostraba sus lados vergonzosos a su, probablemente, futuro jefe.

Suspiró, observando su rostro en el pequeño espejo de aquel diminuto espacio.

Las ojeras se marcaban en su cara como recordatorio del trasnocho anterior. Sus ojos estaban hinchados debido al sueño, y sus mejillas mantenian las marcas del sueño profundo (aunque corto) que tuvo sobre su brazo.

Era un pequeño desastre, y la idea de ser visto así por su destinado en el hospital lo hizo agitarse. Por alguna razón, quería verse bien para él.

Sonrió tristemente viendo su reflejo en el espejo, sintiendo las inseguridades instalarse en su mente solo por verse unos instantes de esa forma.

Odiaba cuando habían días así, en los que simplemente despertaba sin una pizca de autoestima, buscando los mismos defectos que le habían dicho que tenía a lo largo de su vida. Aquellos que martillaban su mente, recordándole su fracaso como "alfa".

Se apresuró en terminar su aseo diario, evitando mirarse nuevamente, con la idea de ignorar aquellos sentimientos de inferioridad que florecían velozmente. Su prioridad era ver a Vante, y si empezaba a encerrarse en aquel circulo vicioso y dañino, no tendría tiempo para ello.

Salió del pequeño cuarto de baño, observando cómo el señor Kim lucía impecable. Su rostro deslumbrante, sin un rastro del sueño que tenía cuando lo despertó. Su cuerpo envuelto por un traje a la medida, demostrando el cuerpo trabajado y la altura soñada que cualquier alfa envidiaría.

Y sin poder evitarlo, el ánimo que recuperó ignorando su propia existencia, decayó nuevamente.

Sonrió al moreno, terminando de cambiarse con la misma ropa que tenía ayer. Fingió peinarse, gastando tiempo antes de seguir al señor Kim a la puerta.

-Hora de irnos. Primero compraremos algo de comida para todos y luego iremos hacia el hospital. - dijo Kim, regalándole una sonrisa mientras caminaba fuera de la que fue su habitación durante una noche.

Yoongi solo asintió, sin ánimos de conversar pero dando una pequeña sonrisa. Decidió divagar en sus pensamientos sobre el omega y la salud del mismo, distrayendo su mente de todo lo negativo que había decidido hacer aparición en sus pensamientos ese nuevo día.

El viaje fue relativamente corto, con pequeños intentos de conversación por el moreno y respuestas cortas del pálido.

Kim se preguntaba el porqué la actitud del pálido era tan seria desde que despertó, siendo obvio para él que el peligris no parecía estar alegre o siquiera cómodo de estar ahí.

Por otro lado, Yoongi no podía evitar sentirse mal por su comportamiento, mucho menos al sentir las miradas furtivas de Namjoon.

Apenas llegaron al hospital dividieron caminos, el castaño vería a los demás empleados, mientras el pálido iría a ver a su omega. El señor Kim dejó en sus manos la bolsa con el desayuno de los destinados, y con una sonrisa mencionó que visitaría al omega más tarde.

Yoongi solo correspondió la sonrisa, emprendiendo su camino a la habitación 903 ignorando los malos pensamientos que aún seguían latentes dentro de él.

1/2 👀

Editado 03/08/24