44

74 19 14
                                    

Yoongi no lo pensó dos veces antes de dejarse llevar por su lobo, obedeciendo rápidamente el pedido de su destinado.

Sus manos buscaron su lugar en el cuerpo contrario, acercando con rapidez pero delicadeza la figura de Vante, colocándolo en su regazo sin mucho problema.

Sujetó su cintura con fuerza, mientras su otra mano sostenía la mejilla sonrojada del omega. Sonriendo ante el ligero temblor del castaño, sin poder evitar que su ego aumentar al ver lo que su tacto ocasionaba en Vante.

Todo sucedió en cuestión de segundos. Sus latidos se aceleraron, sus sentidos se nublaron y cualquier pensamiento que no involucrara al omega sobre él desapareció sin dejar rastro. Todo gracias al contacto de los labios del omega contra los suyos.

Sintió una explosión en su interior, y al igual que con su primer beso, fue inevitable para su lobo el montar una fiesta debido a la emoción de besar a su destinado.

Yoongi sentía las manos del menor aferrarse a su camisa, suspirando cuando el alfa decidía aventurarse y dejar pequeños mordiscos en sus labios. El omega se dejaba hacer, gustoso de los mimos que Yoongi ejercía en su boca y cuerpo.

Su mano acariciaba con delicadeza el rostro acanelado de Vante, mientras la otra hacía garabatos invisibles con las yemas de sus dedos en su espalda baja, haciendo que el castaño se estremeciera.

Estaban inmersos en su mundo, necesitando cada vez más oxígeno, pero sintiéndose cada vez menos dispuestos a separarse de los labios que habían despertado una pasión escondida que ni siquiera sabían que tenían.

Vante suspiró una última vez, mordiendo el labio inferior del pálido y dando un pequeño beso justo antes de alejar sus rostros.

El beso había acabado, y el lugar, inundado de la mezcla a café y manzanilla que brotaba de ambos, era llenado con los sutiles jadeos de ambos jóvenes que buscaban reponer el oxígeno de sus pulmones.

Yoongi respiraba agitadamente, mientras su mirada estaba enfocada en el rostro sonrojado del omega. Sus ojos brillantes, sus mejillas de un fuerte color rosa, sus labios hinchados y rojos por las mordidas, y su boca ligeramente entreabierta buscando el aire que el alfa había disfrutado interrumpir.

Eran un desastre, pero estaban encantados con eso.

Sus ropas ligeramente arrugadas debido a las caricias, sus cabellos desordenados y sus pechos finalmente recomponiéndose del momento vivido.

Min sujetaba la cintura del omega, ahora con ambas manos, hipnotizado aún por aquel hechizo que se activó cuando tocaron sus labios. El silencio ahora reinaba, pero no era incómodo.

Yoongi disfrutaba del olor a manzanilla, mientras Vante se relajaba con el aroma de café. Ambos observándose, sonriendo sin saber qué decir ante aquel inesperado beso que los había desequilibrado.

Estaban bien así, sin necesidad de palabras, porque de alguna forma que no terminaban de comprender, sabían lo que el otro pensaba.

No había molestia por romper sus propias reglas, ni había inseguridad en lo que pasaría, sólo estaba aquella satisfacción de estar junto al otro, esa que tenían desde que empezaron todo, y que se hacía más evidente para ambos a medida que avanzaba el tiempo.

Vante se acercó a él una vez más, esta vez pasando sus brazos por los hombros del peligris.

-Gracias, alfa. - dijo, con su característica sonrisa cuadrada.

Se dieron un último beso antes de fingir que nada había pasado, riendo cómplices ante la mirada confusa de Kim Namjoon, que había llegado repentinamente.







¡Holaa! Muchísimas gracias a todos los que leen esta historia, son más de mil lecturaaaaaaas.

Estoy súper feliz y emocionada, prometí que vendría con varios capítulos para celebrar pero justo esta semana cumple años mi mami, así que no he tenido mucho tiempo para escribir ): pero apenas pase el cumpleaños me pondré a escribir para volver con muchos capítulos.

Nuevamente gracias a todos los que comentan y votan, los adoro un montón, cuídense y prometo volver la próxima semana ❤❤❤

¡Besitos!

Conocidos •YoonTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora