50

44 10 0
                                    

Habían pasado varias semanas desde que lo obligaron a descansar y caminar con dos nuevos objetos en sus manos. Días tediosos y estresantes, llenos de rabia contenida al sentirse inútil con  la necesidad de muletas y ayuda extra en su casa.


Su privacidad había sido completamente invadida por sus amigos, los cuáles se turnaban diariamente para ser sus garrapatas personales. Hyejin y Minjae iban los martes y miércoles; Hoseok aparecía junto a Moonbyul los lunes y viernes; mientras que el dongsaeng del grupo se encargaba de él los jueves y domingos. Todo esto, sumando sus reuniones amistosas cada sábado, de las cuáles solo recuerda alcohol que no le dejaban tomar y tener asistente hasta para ir al baño.


Suspiró, soltando algo de frustración a su vez.


Estaba exhausto y desesperado. Necesitaba quitarse el yeso de una vez por todas y volver a ser el omega independiente que siempre había sido. Ese que era visitado por sus amigos pocas veces al mes y que podía escoger entre gastar su sueldo en una noche de pizza y películas de drama para él solo, o en ingredientes para preparar el delicioso kimchi que aprendió de su abuela. Un omega con el suficiente espacio para disfrutar de sí mismo sin sentirse incómodo al ver cómo sus amigos daban todo sus esfuerzo por ser las mejores mucamas del mundo.


Era jueves, y agradecía que, por primera vez en las tres semanas que llevaba en el encierro absoluto, uno de sus amigos había decidido tomarse su tiempo y llegar tarde. Y aunque aún se sentía algo culpable por dejar escapar la emoción en su voz cuando Jungkook llamó a avisarle, finalmente sentía paz de saber que su hogar sería suyo por más de 8 horas.


Pudo disfrutar del silencio que su departamento le otorgaba, decidiendo llenarlo de música, dispuesto a hacer su trabajo con el mejor ánimo que había tenido durante el último tiempo.


Observó el calendario en su teléfono, expandiendo la sonrisa en su rostro al ver cómo el siguiente lunes tenía un recordatorio. El cuál le avisaba que debía ir a deshacerse del yeso que se había vuelto parte de su pierna derecha, cita médica a la que iría acompañado de cierto alfa pálido que no había visto desde que volvió a su hogar.


Recordó la única llamada significativa que tuvieron desde que se separaron, dónde le contó la reacción exagerada de Hyejin a su relación de destinados. La situación se le fue de las manos, pero podía asegurar que fue la única vez en que agradeció tener que ser cuidado y protegido, pues la pelea pasó a segundo plano al poco tiempo ya que sus amigos tenían de prioridad su salud y su paz.


Aún así, le daba gracia recordar el enojo en el rostro de Hwasa, la sorpresa en los rostros de Moonbyul y Hoseok, y la mueca en la expresión de JungKook. Habían sido atrapados con la guardia baja, de eso no cabía duda. El único del que no sabía qué pensar, fue Minjae, pues el beta parecía contrariado y disgustado, pero aún así, el castaño solo permaneció callado el resto de la charla, y era el que parecía fingir que eso nunca sucedió.


Decidió dejar de lado esos pensamientos, pues le atormentaban sin razón y seguramente era él dándole vueltas al asunto sin necesidad. A su vez, quiso escribirle al alfa de aroma a café, usando la excusa de recordarle la cita del lunes.


Por los pocos mensajes que habían intercambiado (que consistían en preguntar por la salud del otro) pensó que sería una buena forma de saciar su ansiedad por hablarle, y calmar al omega en su interior, que llevaba días deseoso de una minúscula pizca del aroma ajeno, o incluso una mirada lejana que le confirmara que su alfa estaba bien.


Su ansiedad se había disparado un poco luego del suceso traumático, pero podía asegurar que lo que más le afectaba a su sistema, era la falta de contacto o cercanía con Yoongi.


Antes existían deseos de verse, como el que extraña a un viejo amigo. Por el contrario de ahora, que su mente solía distraerse mágicamente con imágenes del alfa en su cabeza, con un anhelo cada vez más fuerte creciendo en su pecho de verlo y tocarlo. Su omega estaba extrañando a Suga, y él, extrañaba ligeramente a Yoongi.


La paz que le daba solo estando a su lado, llenando su cuerpo del aroma a cafeína. Una tranquilidad que ciertamente no había tenido desde el accidente, ni desde que se vieron.


Continúo con su trabajo, sintiendo la soledad como un deseo cumplido. La música a todo volumen, el jazz inundando su habitación y escapando en ondas sonoras hacia la sala de estar, buscando expandir el disfrute de Taehyung en toda su casa.


Y mientras sonreía, moviendo su cabeza ligeramente de lado a lado, recibió la respuesta que estaba esperando.


La afirmación de Yoongi apareció en una burbuja de notificación, la cuál respondió, dejándose atiborrar de felicidad, con el mensaje de su alfa presente durante el resto del día.


"Bien, lo espero ansioso.

Te veré pronto, cuídate, mi omega."


Tú igual, mi alfa.





¡Feliz navidad! Sinceramente, había olvidado ligeramente la existencia de esta novela, y ciertamente tuve que releerla para recordar todo lo que había sucedido. Me tomé un tiempo muuuy largo, así que lo siento mucho por esos pocos lectores que disfrutaron mi historia y soportaron que la dejara a la mitad :( los tqm y agradezco mucho sus votos y vistas. Ahora sí volví con un poco más de confianza y creatividad ¡espero puedan releer y disfrutar nuevamente de este fanfic conmigo! Stream Closer Than This de Jimin y lloren conmigo ☃︎ 


Besitos ♡

Conocidos •YoonTae•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora