Ser un alfa era realmente difícil. Debías ser fuerte, alto, inteligente y un sinfín de características que Yoongi dudaba poseer, pero eso no evitaba que fuera un alfa de pie a cabeza.
Vivir rodeado de la presión de ser alguien increíble solo por ser un alfa era algo que Yoongi, a sus 26 años de edad, seguía sin entender (y algo que realmente buscaba ignorar). Así pues, se encontraba, por décima vez en su vida, fracasando en su búsqueda de empleo, fallando miserablemente una vez más.
Suspiró sonoramente al salir de la empresa que decidió no aceptar al chico de grisáceos cabellos.
Su caminata de la derrota se estaba volviendo costumbre, y él no podía evitar sentirse como un perdedor de primera cada vez que la hacía. De haber sabido que conseguir una empresa que necesite compositores sería tan difícil, tal vez habría escogido estudiar arquitectura y trabajar con su tío con olor a papel mojado.
El sol estaba en su punto más brillante, debido a que eran apenas las nueve de la mañana (así es, fue rechazado a primera hora del día), el sudor empezaba a formarse en su cuerpo y el estrés atacaba su cabeza repetidamente.
¿Por qué era tan difícil conseguir trabajo?
Gruñó para sí mismo y siguió con su camino hacia la peluquería de su mejor amigo, Park Jimin, el único con la habilidad de soportar su cara de gato malhumorado y su humor aún peor.
Llegó a los minutos, deleitándose con el aire que lo recibió apenas entró, y relajándose al sentir el olor a duraznos que desprendía su omega amigo.
-¿Yoongi-hyung? No me diga que de nuevo...
-Pensaron que mentía al decir que era un alfa, sí. - interrumpió el pálido alfa sentándose en uno de los enormes sofás del sitio.
-Hyung, sabe que puede trabajar aquí, realmente no me molestaría.
-A mí sí, Minnie. No estudié cuatro años de mi vida música para terminar trabajando de cajero en una peluquería, sin ofender.
-Pues si me ofendió, fíjate. - respondió el pelirosa, golpeando la cabeza del mayor.
-Lo siento, es sólo que...
-Estás estresado. - terminó por él, recibiendo un asentimiento de Yoongi. - Incluso yo estoy estresándome de esto, es realmente estúpido que no te contraten por tu apariencia.
-No es como que pueda hacer mucho al respecto, Jimin.
-Puedes patearles el trasero y demostrar que eres un alfa ¿no crees, Yoon?
El nombrado se levantó rápidamente al escuchar a la joven que acababa de entrar. La voz que escuchó aceleró sus latidos, el sudor se volvió a hacer presente en su cuerpo y la molestia de su lobo hacía presencia otra vez.
-Dahyun.
Fue todo lo que pudo decir, sintiéndose patético por segunda vez en el día al ver la risa de la joven de cabellos oscuros.
-Yoon. Otro intento fallido ¿no?
-El décimo, si somos exactos. - intervino Jimin.
El pelirosa sonreía al ver como su amigo, un alfa idiota con carácter excesivamente malo, se volvía completamente dócil ante la presencia de la joven omega.
-Está bien, Yoon, conseguirás un empleo, no te estreses tanto.
Fue lo último que escucho de la fémina antes de que ésta entrara al pequeño almacén de la peluquería. Yoongi soltó el aire que no sabía que había retenido, olfateando el olor de flores silvestres que Dahyun había dejado a su paso. Y mientras él disfrutaba el aroma y rememoraba cada segundo que transcurrió con ella presente, su lobo gruñía en desacuerdo con los gustos de su humano.
•*•*•*•*•
-Vivirás conmigo te guste o no, cabeza de trapo.
-Oblígame.
Y Jimin no esperó dos veces para jalar de la oreja al peligris.
-Dije que vas a vivir conmigo, no te dejaré durmiendo bajo un puente, Hyung.
-Vivir en tu casa de duende debe ser peor. - y recibió un fuerte golpe en la frente de parte del omega, chillando y gruñendo por la acción.
-Respéteme, Hyung. No fuera Dahyun que acepta corriendo, alfa desconsiderado.
El pelirosa soltó al pálido, sentándose en la recepción que ya se encontraba cerrada.
Había trabajado todo el día, usando al alfa como cajero de vez en cuando, para poder alimentarlo con la excusa de que los que trabajaran ganarían un plato de comida. Y el alfa, sin más nada que hacer y sin absolutas ganas de volver a buscar trabajo para ser rechazado por onceava vez en el mes, aceptó sumisamente.
El trabajo transcurrió rápido, siendo ellos dos los últimos en la peluquería, y debatiendo sobre el último comentario de Yoongi.
Jimin al escuchar la oración "Tendré que dejar el apartamento" se imaginó instantáneamente a su joven Hyung mendigando en la calle, precipitándose a ofrecer su hogar.
-Si fuera Dahyun quién me ofreciera hogar probablemente estaría con un ataque tirado en el piso porque mi alfa es un cobarde de primera.
-Como tú.
-Como yo. - afirmó.
Ambos rieron, y tras aceptar vivir bajo el techo del menor durante unos días, Yoongi y Jimin se fueron caminando a casa del pelirosa.
Yoongi se aseguró de dejar a su mejor amigo en la puerta de su casa, asegurándole que al día siguiente llevaría sus cosas.
Caminó hacia su ex-apartamento, escuchando los carros pasar y viendo a los transeúntes mayormente apurados por volver a casa.
El cielo estaba oscuro, siendo iluminado por la media luna que se formaba en lo más alto.
Estaba tan concentrado en ver hacia arriba, que cuando sintió un escalofrío en su espalda, se asustó. Un tenue aroma relajante y dulce se instaló en su olfato, haciéndolo ver de lado a lado, buscando al responsable de aquello, pero fue en vano.
El aroma se desvaneció ahí mismo, confundiendo al de cabellos grisáceos, quién se quedó ahí, esperando que volviera eso que alteró a su lobo como ningún olor había hecho antes.
Y, sin saberlo, justo en el edificio que estaba a su lado, otra persona sufría el mismo ataque de confusión mientras se montaba en el ascensor de su hogar.
¿Qué habría sido eso?
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Espero les guste, comenten y voten, lo agradecería un montón.
Besitos 💞
Editado 02/08/24
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Conocidos •YoonTae•
ФанфикA veces el destino podía ser injusto y cruel, juntándote con personas que pueden alegrar tu vida tanto como arruinarla. Ellos no podían terminar de aceptar que el mundo decidiera juntarlos en los peores momentos de su vida. Estaban destinados a esta...