Conocidos •YoonTae•

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Taehyung quería llorar al ver al alfa.

Su petición le pareció algo tonta al momento, incluso algo tierna, pero no esperaba que fuera lo suficientemente eficaz para desencadenar el llanto del peligris.

El pálido se había recostado en sus piernas, dejando a su merced sus tintados cabellos para que lo mimara.

Taehyung sólo obedeció, sintiendo la tensión irse lentamente del cuerpo del alfa, pero lo tomó por sorpresa el escuchar ligeros sollozos.

El alfa había empezado a llorar, mojando sus piernas con sus lágrimas, gimoteando y balbuceando disculpas por ensuciarlo. Recostado en sus piernas parecía un bebé en busca de amor y protección, y Taehyung estaba indeciso sobre qué hacer. El castaño no sabía si abrazarlo, hablarle o simplemente quedarse callado.

Optó por la tercera opción al ver que, aunque el dolor en su pecho aumentaba, tanto por el dolor del alfa como el que le ocasionaba presenciar aquello, el pálido se sentía cómodo.

Se empeñó en mimarlo. Acarició sus cabellos, dando leves masajes, yendo hasta a su rostro para acariciar su mejilla.

Taehyung luchaba con sus lágrimas, mientras trataba de mostrarle su apoyo al contrario a través de las caricias que pidió.

Duraron tanto tiempo así, que el castaño no supo cuánto llevaba sentado en la misma posición.

Los sollozos habían bajado de intensidad, su pantalón ya parecía secarse de las recientes lágrimas y el silencio empezaba a reinar nuevamente en su hogar.

Se extrañó, creyendo que el alfa se levantaría apenas terminara, sin embargo, el rostro dormido del pálido fue lo que descubrió al estirar su cuerpo hacia adelante.

Las mejillas algo regordetas del mayor estaban de un ligero color rosa. Su nariz se veía roja, como la vez en que se conocieron. Sus ojos estaban cerrados, con su boca ligeramente abierta.

Era probablemente la imagen más tierna que el castaño había presenciado en su vida.

Se levantó con cuidado, colocando una almohada debajo del alfa.

Se quedó ahí, observándolo un momento, guardando sus facciones en sus recuerdos, buscando grabarselas en la mente. Sonrió al ver al alfa mover la nariz, decidiendo que era hora de hacer la cena.

Estaba feliz de haberlo ayudado, sintiendo la paz inundar su pecho, sabiendo que había conseguido su objetivo.

Sin darse cuenta, ambos estaban uniendo cada vez más sus vidas, pero ¿cuánto tardarían en notarlo?

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Besitos♡.

Editado 03/08/24