╭TWILIGHT - EDWARD CULLEN FANFIC╮
[❣️]❝Una alma gemela es una persona con la que sientes una afinidad y empatía profunda, en el sentido amistoso, pero especialmente en el sentido amoroso.❞
❝En el mundo de Alessandra, las almas ge...
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Ethan se mantiene tocando con insistencia y fuerza la puerta principal de la casa de los Vitore, en el interior, Bianca regresa su mirada hacia su esposo que no evitó poner los ojos en blanco.
—En algún momento tendría que venir —responde el hombre con cansancio antes de dejar su baso de jugo natural en la pequeña mesa del comedor.
Bianca suelta un largo suspiro y se levanta de su lugar para encaminarse hacia la puerta principal de su casa, pero al momento de abrir, se encuentra con el ya conocido exnovio de su hija, que lucía bastante..., desarreglado.
—Hola, Ethan —saluda la mujer lo más amable posible.
El mencionado la ignora y pasa a un lado de ella para comenzar a subir las escaleras con velocidad, se dirige a la habitación de Alessandra para entrar de golpe y darse cuenta de que no había nadie en el lugar.
—¡Ethan! ¡No tienes ningún derecho de entrar de esa manera a mi casa! —grita Bianca furiosa al entrar a la recámara de Alessandra—. ¡Mucho menos de entrar a la habitación de mi hija!
—¡Su hija es mi novia! —recuerda Ethan con el mismo tono de voz tras encarar a la mujer—. ¡Ella es mi prometida! ¡Es mi mujer!
Bianca deja de contenerse y le da una fuerte bofetada al hombre que maldijo por lo bajo gracias al dolor.
—¡A mí no me vas a gritar de esa manera, mucho menos en mi casa! —asegura la mujer indignada—. ¡No soy tu estúpida mi amiga ni tampoco tu hermana!
Ethan regresa su mirada hacia Bianca y no puede ni reaccionar, ya que esta le dio una bofetada más en su otra mejilla.
—¡Alessandra no es de tu propiedad, no es tu novia, ni tu prometida y mucho menos tu mujer! —recuerda la mayor furiosa, ignorando el hecho de como el joven hombre la miraba molesto.
El padre de Alessandra se mantiene recargado en el marco de la puerta, mirando la escena con atención, asegurándose de que Ethan no se atreviera a lastimar a su esposa.
—¡Lárgate de mi casa, ahora mismo! —ordena Bianca—. ¡No eres bienvenido aquí!
—¡Alessandra tiene que pagar por haberme dejado de esa manera en el altar frente a todos mis amigos y mi familia! —recuerda Ethan al dar un paso al frente.
Carlo se acerca a él y le demuestra que, si le hacía algo a su mujer, este iba a devolverle el doble.
—¡¿Crees que mi hija se iba a casar contigo después de todo el daño que le hiciste?! —pregunta Bianca, incrédula—. ¡¿Después de que la humillaste y la denigraste hasta el cansancio?! ¡¿Después de que la golpearas como el poco hombre que eres?!
