❥ ❝O64 | 𝑨𝒑𝒖𝒆𝒔𝒕𝒂❞

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Alessandra pone sus maletas en medio de la sala junto a todas las demás, Edward se mantuvo cargando a su hijo mientras que toda la familia Cullen se reúne.

—¿Todos listos? —pregunta Emmett al contar con velocidad a todos los integrantes.

—Mi don es teletransportación al igual que de Cedric, pero él todavía no lo sabe controlar —le explica Alessandra a su cuñado más fuerte.

—Nos iremos en grupos —sugiere el vampiro de cabellos azabaches—. Yo llevaré a algunos con el collar de las almas gemelas y tú llevas a los demás.

—¿No se pueden juntar las dos energías para que todos nos transportemos juntos? —pregunta Alice hacia Carlisle que se mantuvo en silencio.

—La verdad nunca había visto el don de la teletransportación —confiesa el patriarca de la familia de vampiros—. Alessandra tendría que intentarlo.

—Necesito que todos se tomen de las manos —pide la italiana al aclarar sus pensamientos—. Emmett, deja el collar de las almas gemelas en medio de las maletas.

La castaña de mechones borgoña queda a un costado de su esposo y toma en brazos a Cedric, dejando que Edward la abrazara por la cintura.

—¿Crees que esto funcionará? —le pregunta Emmett a su cuñada, mientras que tomó lugar junto a Esme.

—Espero que sí —susurra Alessandra antes de cerrar los ojos para concentrarse.

Todos se dan cuenta de que el pecho de la neófita comenzó a brillar al mismo tiempo que el collar de las almas gemelas hacía lo mismo, dicha joya comienza a flotar hasta que una densa neblina roja rodeó a las maletas hasta hacerlas desaparecer.

—Solo espero que mis cosas llegaran bien a la dimensión de Alessandra o voy a llorar —susurra Alice mientras era tomada de la mano por Jasper.

Cedric mira destello en el pecho de su madre y, sin poder evitarlo, pone una de sus manos sobre el rubí que tenía incrustado en dicha zona. Todos los Cullen se sorprenden al momento en que las manitas del bebé comenzaron a soltar un bajo resplandor rojo.

El grupo completo es rodeado por una densa neblina roja y, pasando algunos segundos, todos quedan enfrente de una casa. Las maletas se encontraban a su lado, estando el collar de las almas gemelas en medio de estas.

—¡Funcionó! —grita Emmett con emoción antes de salir del círculo hecho por la familia para dirigirse a la entrada de la casa.

Alessandra dirige su mirada hacia su hijo, dándose cuenta de que este sigue igual que en la realidad de Edward, solo que sus ojitos verdes brillaban mucho más. La italiana regresa su mirada a su esposo dándose cuenta de que sus ojos cambiaron de color junto a la tonalidad de su piel.

ღ 𝑺𝒐𝒖𝒍𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora