❥ ❝O33 | 𝑪𝒐𝒏𝒐𝒄𝒆𝒓❞

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Un Mes Después

—Ya no me siento tan segura de esto —confiesa Alessandra, bastante nerviosa mientras caminaba de un lado a otro por toda la sala—. ¿Y si sale mal?

Stella mia, todo va a salir bien —asegura Edward con diversión por lo asustada que lucía su pareja. Lucía adorable.

—No, claro que no —niega la castaña—. En mi dimensión las cosas son muy diferentes, no hay vampiros ni hombres lobos.

—No va a pasar nada malo, enana —interviene Emmett al entrar a la sala—. A lo mucho Edward desaparecerá o no existirá, pero tranquila.

Alessandra regresa a verlo y no duda en acercarse a él para intentar darle un golpe en la cabeza, pero este lo esquiva con agilidad mientras se reía.

—Todo saldrá bien, cuñada —asegura Alice con una sonrisa en sus labios—. Se hace tarde y ustedes ya deberían de estar en casa de sus padres.

La vampiresa se acerca a Alessandra para poder tomar sus manos y darles un ligero apretón en un intento para que se tranquilizara.

—Por favor, cuida a Alessandra —le pide Alice a su hermano mayor al momento en que este quedó al costado de la mencionada.

Edward sonríe por esas palabras y toma la cintura de Alessandra con delicadeza mientras admiraba su perfil.

—No te preocupes, estaremos bien —asegura el vampiro.

Rosalie se acerca a Alessandra para poder abrazarla, arrebatándola de los brazos de Edward, que puso los ojos en blanco.

La castaña corresponde el abrazo de su cuñada teniendo una sonrisa en sus labios.

—No serán tantos días, Rose, estaré bien —anima la italiana en un susurro mientras acariciaba la espalda de la mencionada.

—Lo sé, pero no puedo evitar preocuparme —confiesa Rosalie al alejarse de Alessandra para tomarla de las manos—. Ethan podría estar en tu dimensión y nosotros no podríamos protegerte.

—Llevo esto —explica la italiana antes de mostrarle su pequeño kit de defensa personal que la misma rubia le dio.

—Úsalo sin importar si no es Ethan —pide Rosalie por última vez, sintiéndose más tranquila al ver a su cuñada asentir.

Alessandra se despide de los patriarcas de la familia Cullen quienes les pidieron que se cuidaran mucho, igual se despide de sus cuñados antes de que quedara a un costado de Edward para que los dos entrelazaran sus manos.

—No sé si esto funcione —confiesa Alessandra en un susurro—. Solo espero que sí.

La castaña toca con su mano libre el dije del collar de almas gemelas que descansaba en su cuello, tanto ella como Edward cierran los ojos y es Alessandra quien visualiza su hogar.

ღ 𝑺𝒐𝒖𝒍𝒎𝒂𝒕𝒆𝒔 - 𝑬𝒅𝒘𝒂𝒓𝒅 𝑪𝒖𝒍𝒍𝒆𝒏® ღDonde viven las historias. Descúbrelo ahora