Un gemido ronco salió de mis labios, sin desear nada más que quedarme en mi cama. Mis manos pasando por la almohada para ponerla por encima de mi cabeza. Pero quedé confundida al sentir algo cálido y suave debajo de mí. Mis ojos se abrieron de golpe cuando una risa profunda llenó mis oídos, las vibraciones corriendo a través de mi cuerpo.
"Buenos días a ti también, Hermosa."
Rápidamente me levanté, Riker sonriéndome cuando me di cuenta que había estado echada sobre su pecho desnudo. Rubios cabellos extendidos sobre la almohada antes de que se sentara, agitando su cabello y luego descansando su peso hacia atrás sobre los codos. Mis ojos se sintieron atraídos por la marca oscura que había dejado en su cuello. Todavía parecía adolorido.
"Ya sabes, si quieres toquetearme de nuevo, sólo tienes que decirlo." Él habló antes de añadir un guiño.
Un rubor se deslizó sobre mis mejillas, los acontecimientos de anoche llenando mi mente. Los sonidos de los suaves gemidos de Riker viniendo a mis pensamientos, seguido por la imagen de él desesperadamente meciendo sus caderas a mi tacto. La memoria hizo profundizar el tono de rojo que residía en mi cara.
No me había dado cuenta que Riker estaba acercándose, mis pensamientos preocupándome.
"Bueno, eso es si no quieres que te devuelva el favor."
Nuestra proximidad casi me hizo caer de la cómoda cama. Los largos dedos de Riker arrastrándose por mi brazo descubierto. Lo sentí soplar por lo largo de mi piel mientras sus labios rozaban ligeramente por encima de ella creándome piel de gallina. Rápidamente me tambaleé de la cama sintiéndome desorientada, golpeándome accidentalmente en la mesilla de noche. Mis manos agarrando la lámpara antes de que cayera al suelo. Dejé escapar un suspiro cuando me mudé la puse de nuevo a su lugar.
Volqué rápidamente para ver a Riker, el cual parecía entretenido de ver mi episodio de torpeza. Sus cejas se elevaron mientras me sonrió.
"¿Estás bien ahí?"
Le asentí con la cabeza, dejando caer mi pelo alrededor de mi cara, cubriendo mis mejillas calientes. Mis manos agarraron mi ropa todavía tendida en el suelo de la noche anterior. Salté cuando Riker apareció de pie en frente de mí. Yo no estaba segura de hacia dónde mirar, él seguía solo en bóxers. Mis ojos se cerraron en cuanto él tomó mi barbilla en su gran mano, los reabrí cuando mi rostro estaba inclinado hacia el suyo. Mi aliento atrapado en mi garganta mientras su pulgar pasó por encima de mi labio inferior. Miré su lengua asomarse, deslizarse sobre su labio, como si lo hiciera para imitar la sensación. Mis ojos se apartaron de él, ya no siendo capaz de mirarlo. Oí lo que me pareció un suspiro escapando de sus labios mientras yo agarraba mi ropa con fuerza contra mi pecho. El toque de Riker dejó mi cara y me alejé de él un poco.
"Puedes ducharte si quieres"
"Gracias." Hablé en voz baja.
Mis pies pasando rápidamente por la alfombra hacia la puerta abierta del baño. Puse mi ropa a un lado cuando oí pasos detrás de mí. Me volqué para encontrar a Riker en la puerta, con una sonrisa pícara dibujada en su rostro. Su gran mano fue colocada contra la puerta por encima de mi cabeza, evitando que se cerrara. Los ojos de Riker brillaron al mirarme.
"Si quieres podría acompañarte." Hizo una pausa. "Para ahorrar agua y todo eso."
Su sonrisa pícara y su tono juguetón me decían que no le importa nada el agua.
"No, creo que voy a estar bien, gracias."
Su mano se deslizó por la puerta mientras se reía. Los dedos de Riker rozaron mi mejilla por un segundo antes de hablar.
"Déjame saber si cambias de opinión, Amor".
Me desplacé en mis pies mientras esperaba que él desapareciera, y lo hizo una vez que sus labios carnosos dejaron un beso ligero en mi mejilla. Cerré la puerta, rápidamente poniendo la cerradura de costado, la cual comprobé varias veces sólo para asegurarme. Mi ropa fue despojada rápidamente, entrando a la ducha y dejando que el agua caliente corriera sobre mí. Me pare quieta bajo el chorro constante durante un corto tiempo antes de que alguien llamara a la puerta.
"Bo.". Sonaba el tono ronco de Riker a través de la puerta.
"Sí".
"Voy a buscar el auto. Quédate en el apartamento, no pasará".
"Puedo tomar el autobús a ca .."
"No." Harry severamente interrumpió. "Te voy a llevar a casa".
Su tono áspero me dijo que probablemente era mejor simplemente hacer lo que él decía y no discutirle. Oí la puerta delantera cerrándose unos momentos después, señalando que Riker se había ido.
***
Mis pies descalzos vagaban por el pasillo. Traté de escurrir el agua tanto como pude de mi larga cabellera que caía por mi espalda. Mis dedos trabajando en trenzarlo mientras me tomaba el tiempo para echar un vistazo sin Riker. El espacio estaba todavía súper ordenado como la noche anterior, pero se veía diferente en la luz de la mañana. Mis ojos curiosamente cayeron en la puerta principal antes de moverme hacia ella. Tomé el mango en la mano derecha, la izquierda sosteniendo mi trenza ya que todavía no había encontrado algo para amarrarla. No me sorprendió cuando no se abrió. Riker tenía algo con encerrarme, tal vez tenía miedo de que yo saliera corriendo.
Caminaba sin rumbo alrededor de la sala, unas cuantas fotos me llamaron la atención. En la mayoría estaba con sus amigos, pero había una, con una chica alrededor de su edad y lo que parecía ser su madre. Él estaba sentado en el centro, con los brazos colgando alrededor de los hombros de las dos mujeres. Sonreí ante lo feliz que parecía, con Riker mostrando sus hoyuelos.
Yo ni siquiera había oído la puerta abrirse, mi enfoque todavía en la foto.
"Bo.".
Salté, mi cuerpo rápidamente volteando a ver a Riker mirando a mí. Sus jeans colgando bajo en sus caderas y una camiseta azul marino oscuro que cubría su torso. Sus ojos verdes se movieron de mi cara a la imagen.
"Yo, umm, estaba buscando algo para atarme el pelo".
Se alejó y lo oí débilmente rebuscar en los cajones. Riker apareció momentos después, con una liga sostenida entre el dedo pulgar y el índice. Se movió lentamente hacia adelante hasta que se paró frente a mí. Su imponente altura obligándome a inclinar la cabeza hacia arriba.
No me opuse cuando Riker tomó el final de la trenza oscura. Sus largos dedos moviendo cuidadosamente para atar el pelo. Riker llevó su labio inferior entre los dientes en la concentración. Una vez hubo terminado, la dejo descansar por encima de mi hombro izquierdo.
"Gracias." Hablé en voz baja.
"El auto está afuera."
Maniobré alrededor de su cuerpo alto hacia al pasillo para recoger mis cosas después de recordar que había dejado mis zapatos en su habitación. Me apresuré hacia su dormitorio, me apresuré a ponérmelos y rápidamente volver al pasillo. Mi cuerpo estaba en la puerta mientras miraba fijamente a Riker tomar la foto en la que me había interesado. Incluso desde atrás sabia que su pelo se dejó caer sobre su frente mientras miraba hacia abajo. Riker respiró profundamente, liberando el aire en un suspiro. La imagen fue puesta cuidadosamente en su lugar antes de que él se volcara. Parecía un poco sorprendido ante mi presencia antes de componerse.
"¿Lista?"
***
Riker parecía estar perdido en sus pensamientos mientras nos dirigíamos a mi casa. Tengo la impresión de que había algo más en esa foto. Pero no estaba segura de si quería saber. Estábamos pronto entrando por mi camino, Riker estacionado frente a mi casa, deshaciéndose el cinturón y volcando la cabeza hacia mí.
"Disfruté lo de anoche." Él sonrió.
Tomó mi mano, sujetándola con fuerza. Mi cinturón se desabrochó cuando él me jaló más cerca de él. Los labios delgados de Riker cayendo a mi oído.
"No te preocupes. Voy a darle buen uso a mis dedos pronto ".
Lo sentí reír contra mi cuello mientras me tensé visiblemente ante sus palabras. Aprendí que Riker no era tímido sobre los temas íntimos. Aliento caliente saliendo cuando una gran mano se deslizó hasta mi muslo.
"Y mi boca.", Agregó.
Salté en cuanto su lengua caliente trazó una línea húmeda hasta mi cuello. No me había dado cuenta de que mis ojos estaban fuertemente cerrados hasta que los abrí. Riker se retiró, una sonrisa descarada propagándose a través de su cara mientras en cuanto me guiñó un ojo. Quedé atónita mientras abría la puerta del coche y se iba corriendo hacia mi lado. Sus manos grandes me sujetaron las caderas mientras él me ayudaba a bajar.
Los dedos de Riker entrelazados con los míos, acompañándome a cruzar a través del camino hacia mi casa. Una vez que habíamos llegado a mi puerta, Riker me giró para mirarlo. Él me tomó la barbilla antes de presionar su boca contra la mía. Sentí su lengua deslizándose a lo largo de mi labio inferior, buscando entrada, pero se la negué. Riker se alejó, sacudiendo la cabeza mientras se reía profundamente.
"Te veré pronto, Bo."
Él se volteó para irse, pero a escondidas presionó otro beso en la comisura de mi boca. Mis manos empujándole el pecho.
"Adiós, Riker." Le dije.
Una sonrisa cruzó su rostro hermoso antes de que él me guiñara un ojo y se acercara a su coche negro. Me apresuré a abrir mi puerta, cerrándola de golpe detrás de mí. Mi espalda pegada a la madera antes de deslizarme hacia abajo a desplomarme en el suelo. Me senté y escuché mientras el coche se alejaba por el camino. El silencio siguió a continuación, y me quedé a reflexionar sobre qué diablos iba a hacer.