31. Parte 2

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Espere nerviosamente en el final de la gran cama de Riker, mi rodilla saltando arriba y abajo. Pasos se escucharon y supuse que me estaba buscando. La puerta se abrió con un chirrido, una mano grande presionando la madera para revelar un alto muchacho de pelo rubio. Se veía tan hermoso. Tenía la cabeza inclinada hacia un lado mientras él me miraba con curiosidad desde la puerta.


"¿Qué estás haciendo aquí?", Sonrió Riker, un poco confundido.


Me levanté de mi posición de sentada, rápidamente acercándome hacia él antes de que pudiera acobardarme.


"Quiero volver a intentarlo." Susurré.


Riker supo de inmediato el tema hacia el que me refería. Su mano se deslizó en su bolsillo trasero, fruncí el ceño cuando sacó su teléfono. Pero pronto me di cuenta de lo que estaba haciendo. Mi corazón latía con fuerza mientras la luz en la pantalla se oscurecía. Su teléfono apagándose mientras él lo coloca a un lado.


"Soy todo tuyo." Riker habló en voz baja.


Mis ojos se abrieron ligeramente antes la velocidad con la que se había quitado la camiseta. Sus cabellos rubios dejándose caer sobre su frente en cuanto la ropa cayó al suelo. La puerta cerrándose de repente, Riker pateándola con su pie descalzo para cerrarla.

Mi boca se había vuelto increíblemente seca cuando extendí la mano hacia su cintura. Nuestras frentes apoyadas, Riker inhalando mi aliento tembloroso. Mis dedos ansiosamente abriendo con el botón, tirando hacia abajo la cremallera. Tenía la sensación de que era claramente evidente que yo nunca había desnudado a nadie en mi vida, especialmente alguien tan hermoso como Riker. Los shorts fueron torpemente bajados de sus caderas y él sacándoselos cuando llegaron a la alfombra. Mi nerviosismo era evidente a través de mis manos temblorosas al tocar sobre la piel suave del estómago de Riker. Él tarareó, sus dedos rozando mi mejilla, deslizando el pulgar por encima de mi labio inferior. Mis ojos desesperadamente encontrando los suyos, mieles y brillantes.


"Shh, está bien, bebé." Susurró Riker.


Mis pestañas revolotearon cuando él empujó suavemente mi cabeza con la suya. Manos grandes colocadas sobre las mías temblorosas, guiándolas a la banda de sus bóxers. Él me ayudó a deslizarle hacia abajo de sus caderas. Mi mirada todavía fija en Riker mientras su ropa interior caía alrededor de sus pies. Yo no estaba muy segura de qué hacer, pero me obligué a dar el primer paso, empujando mi incertidumbre a la parte posterior de mi cabeza. Los labios de Riker se abrieron en cuanto yo ciegamente puse mi mano pequeña por debajo de su erección palpitante. El miembro largo y grueso era duro y pesado descasaba en mi palma. La sensación suave y sedosa de su piel me sorprendió, un gran contraste con el eje rígido. Él gimió suavemente al tacto antes de colocar su mano debajo de la mía, animándome a envolver los dedos a su alrededor.


"Muévelo". Susurró sin aliento.


Poco a poco moví mi muñeca hacia atrás y hacia adelante. Riker se quedó sin habla, solo unos cuantos gemidos. El pelo claro cosquilleando mi frente mientras su cálido aliento pasaba sobre mi rostro. Sentí su mano sobre la mía unas cuantas veces cuando mi tacto se acercaba a la punta. Su brazo se movió y me encontré curiosa. Los labios de Riker dando un beso a los míos antes de que yo mirara hacia abajo. Tomé una respiración temblorosa, mis ojos se abrieron ante su tamaño. El pulgar de Riker estaba frotando círculos suavemente sobre la punta hinchada.


"Déjamelo a mí". Susurré.


Él quitó la mano mientras cuidadosamente yo ponía la mía reproducido sus acciones con el pulgar. Los sonidos que él hacia contra el hueco de mi cuello me decía que lo estaba haciendo bien. Después de unos minutos me di cuenta de que la respiración de Riker se había acelerado considerablemente. Su pecho desnudo subiendo y bajando rápidamente. Él me agarró desesperadamente las manos, sujetándolas a mis costados. Estaba a punto de pedir disculpas por haber hecho algo mal antes de que él sonriera.


"No quiero terminar todavía.", Sonrió.


Yo no podía creer que lo había llevado cerca del orgasmo en un período tan corto de tiempo. Antes de que pudiera caer hasta la alfombra él me agarró de las caderas.


"Bésame primero." Susurró Riker.


Cumplí con entusiasmo. Besar es una de las cosas que estaba acostumbrada a hacer con Riker. Su lengua se deslizó rápidamente en mi boca, invadiendo mis sentidos. Mis manos entrelazadas alrededor de su cuello, lo que me permitía inclinarme hacia él. Salté un poco, sintiendo su erección rozar mi estómago. Pero él estaba demasiado concentrado en mí como para notar mi aprensión. Besos mojados se quedaron en mi cuello mientras presionaba mis dedos en su nuca, luego deslice mi tacto hacia su pelo. Cuando él se alejó él tenía una sonrisa con hoyuelos esparcida en sus labios.


"¿Está segura?"

Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora