Sin rumbo desplazaba a través de los mensajes en mi teléfono, mis dedos tamborileando en el volante mientras escuchaba a The Vaccines, esperando a que Bo terminara de trabajar. El teléfono fue colocado en el tablero antes de que mirara mi reloj. ¿Por qué tardaba tanto? Yo estaba a punto de ir a buscarla cuando la puerta de la tienda se abrió. Ella se tambaleó torpemente hacia fuera, probablemente, se tropezó con sus propios pies, conociendo a Bo. Pero mi atención luego se dirigió al hombre que salió detrás de ella. Mi mano derecha apretándose alrededor del volante cuando él rápidamente tomó su antebrazo, ayudándola a estabilizarse. ¿Por qué la estaba tocando?
Ella le sonrió antes de que él le pasara su teléfono. ¿Qué estaba pasando? Empujé mi cabello atrás mientras seguía observando la interacción. No me gustaba la forma en que la miraba... o como la deseaba. Pero me quedé en el coche, sabiendo que a Bo no apreciaría que yo intervenga. Cuanto más los observaba, más fuerte apretaba mis manos, mis nudillos volviéndose blancos.
Mientras se alejaba su mirada la siguió. Era claramente evidente que la estaba chequeando. Incluso cuando ella estaba subiendo a mi coche, hubo una inclinación sutil de su cabeza mientras le miraba el culo. Oh al carajo con esto.
"¿Quién es ese?", Le pregunté bruscamente.
"Hola a ti también, Riker." Ella respondió con sarcasmo antes de besar mi mejilla.
Los dedos de Bo apartaron un mechón de pelo de su cara mientras estudiaba mi menos que complacida expresión.
"¿Quién es ése?" Repetí un poco más enojado.
Creo que Bo sabía que yo no estaba de humor para bromas. Su postura dio la impresión de que estaba un poco nerviosa ante mi reacción.
"Dan". Bo habló en voz baja, mirando hacia abajo para empezar a juguetear con sus uñas.
"¿Y?" Levanté mis cejas.
Mi paciencia se estaba agotando cuando ella me daba tan poca información como era posible.
"Y él recién empezó a trabajar en la tienda."
"¿Por qué te dio su teléfono?"
Ella me miró valientemente. Sus labios se separaron para hablar pero se cerraron. Vi su mirada caer una vez más.
"E-Es nuevo en la zona. Él preguntó si podía tener mi número para que yo pudiera mostrarle todo lo necesario.
"Bo respondió en voz baja.
Ella jugó nerviosamente con sus uñas mientras miraba hacia abajo a sus rodillas una vez más.
"No le vas a mostrar nada." Dije bruscamente.
Yo tenía una idea clara de lo que él quería ver y debe ser estúpido si piensa que yo lo dejaría incluso acercarse. La mirada de Bo volvió a mí, sus cejas en un ceño fruncido. Yo sabía que quería protestar, pero se mordió la lengua. No tenía mucho sentido discutir sobre ello. Yo me saldría con la mía.
"¿Le dijiste que tenías novio?"
Obligué a mi tono a sonar más suave, sabiendo que iba a salir poco de ella, si estaba asustada. Mi dedo suavemente le agarró de la barbilla, inclinándola hacia mí, mientras rozaba el pulgar por su labio inferior.
"N-No, no surgió en la conversación."
Mi contacto al instante desapareció, volcando la cabeza a clavar a Dan con mi mirada. Él todavía estaba fuera de la tienda, observando con curiosidad nuestra interacción cuando se vio obligado a tratar de determinar lo que estaba pasando a través de los movimientos de la boca.
"Él es agradable, Riker."
Me di cuenta por el tono de voz de Bo que estaba desesperadamente tratando de convencerme. Mis ojos fuertemente cerrados, exasperados antes de fijar mi mirada en la chica sentada en el asiento del pasajero. No tenía idea de que él había estado chequeándola descaradamente minutos antes. Su inocencia todavía resultando ser una especie de asombro para mí. Y yo desde luego no iba a dejar que este tipo se aproveche de su ingenuidad. Bo realmente no tenía ni idea del efecto que causaba en los hombres.
Dejé escapar un profundo suspiro, empujando hacia arriba las mangas de mi camisa.
"Voy a tener una pequeña charla con él." Hablé con frialdad.
Bo se acercó a agarrar mi mano.
"Riker, no lo hagas."
Pero yo ya estaba fuera del coche.
***Narra Bo
Me moví para quitarme mi bolsón y tirarlo en el asiento trasero. La puerta del pasajero todavía sólo se podía abrir desde el exterior, así que trepé por la consola central hasta la puerta del conductor. Miré por el parabrisas para ver donde estaba Riker. Mis ojos se abrieron cuando al instante él miró hacia atrás. Su brazo se levantó mientras apretó el botón de bloqueo automático.
Jalé la manija, pero no cedió. Mi boca se abrió con incredulidad. Me había encerrado.