38. Parte 1

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"¿Estás bien?" Susurró sin aliento.

"Ajam".

Riker sonrió, frotando su nariz contra la mía. Su pulgar rozó mi mejilla mientras me miraba fijamente. El miel brillante siendo un espectáculo reconfortante. Un suspiro salió de sus labios hinchados antes de presionarse a los míos. Nuestro beso dulce me distrajo mientras sentía a Riker gradualmente retractar sus caderas, la longitud ablandándose saliendo de mí. No se sentía para nada tan extraño como cuando Riker había entrado en mí antes, mi cuerpo estaba más acostumbrado a la sensación incómoda. Sonidos agudos, interrumpidos saliendo de su boca, agarrando mi mano mientras nos desconectaba. Riker casi se veía un poco aliviado.
Mis músculos estaban adoloridos mientras dejaba que la comodidad del edredón oscuro me relaje. Quede echada, mirando como Riker se dio la vuelta a mi lado; sus largos dedos sacando a tientas el condón, tirándolo a la basura. Sus cabellos eran un desastre. No pude evitar sonreír al saber que era la causa del cabello rebelde de sexo actualmente adornando la cabeza de mi novio. En cuestión de segundos estaba de vuelta conmigo. Me sentía como si no pudiera moverme, todavía un poco sin aliento con nuestras actividades calientes. Sus manos grandes delicadamente acariciaron mi cuerpo y Riker se puso a besar cada centímetro de mi piel sensible, empezando por mi hombro derecho, arrastrándose hacia abajo mi totalidad desnuda. Sorprendentemente, en ese momento, la vergüenza de estar completamente desnuda no se registró. No parecía importarme. El único sentimiento que experimentaba era Riker, su presencia abarcaba todo. Sus labios, sus manos, sus cabellos, haciendo contacto con mi piel. Riker entrelazando sus dedos con mi mano izquierda, sin dejar de adorar atentamente mi cuerpo dolorido.

"Lo hiciste muy bien, bebé." Murmuró contra mí.

Su cabello rubio cosquilleándome contra mi estómago, sus labios esparsiendo afecto justo encima de mi ombligo, y luego volteando a un lado, besando mi cadera derecha. El calor de su toque calmó mis músculos, deslizando su gran mano por mi muslo mientras Riker continuó hacia mi cadera izquierda. Mi mente me negó el tiempo para pensar antes de casi aplastar sus largos dedos entre los míos. Mi miedo de él encontrando los moretones que se habían inevitablemente formado previamente con su toque áspero. No necesitaba ver eso. Las acciones de Riker inmediatamente casaron para mirar hacia mí, con los ojos muy abiertos en la preocupación. Sus labios gruesos fruncidos a cuestionar mi repentina necesidad de que se detuviera, pero ninguna palabra salió.

"Riker...". Susurré.

Mis dedos se apretaron suavemente para tranquilizarlo, su hermoso rostro apareciendo por encima del mío. Me reía en silencio mientras su nariz dio un empujón a mi mejilla, Riker claramente aliviado de que seguía sonriendo. Besos fueron dejados en mi mandíbula y cuello. Sus labios hinchados pasando sobre mi pecho, rozando mi pezón con la punta de su lengua. Mi quejido causando que Riker emitiera una risa ronca. Él me miró a través de sus gruesas pestañas.

"¿Te recostarías conmigo?" Mi voz tímida.

"Sería un placer." Su tono sincero.

El caliente hormigueo recorriendo por mi adolorida totalidad con palabras roncas de Riker. Sonrió ligeramente al besar mis labios antes de asumir el lugar a mi derecha. La tela suave al final de la cama se tiró por encima de nosotros. Los dedos aún entrelazados. Mis piernas enrolladas debajo de mí, el calor de la cubierta de ocultando nuestros cuerpos desnudos. Riker movió más cerca, ambos en nuestros lugares a medida que tranquilamente nos mirábamos fijamente. Mi mente trazó los detalles de sus rasgos impresionantes, hasta el lunar pequeño a la izquierda de su boca. Su risa profunda me hizo reír cuando toqué la adorable hendidura en su mejilla.
Acabábamos de hacer el amor. La verdad yo estaba todavía tratando de acomodar mis pensamientos. Me sentí dolorida, sin palabras, contenta. Sin embargo, una pequeña parte de mí todavía estaba secretamente consciente de la cierta oscuridad con la que Riker sin saberlo había tratado de luchar durante nuestra conexión íntima.
Y eso me asustó.

***

***Narra Riker

Bo se levantó a mi lado. Me di cuenta de que estaba un poco sensible por la forma en que se movía. Sus músculos adoloridos mientras intentaba sentarse. Ella estaba tratando de ocultar el malestar que ella debió haber estado sintiendo. El dolor que le había causado involuntariamente. Mi mente se aceleró, colocando mi mano sobre su hombro, guiándola de nuevo al calor de la cama mientras me inclinaba sobre ella.

"¿Qué es? ¿Qué necesitas? "Dije rápidamente.

Yo estaba decidido a hacerme cargo de ella, queriendo aliviar su malestar en todo lo posible.

"Riker, está bien." Ella habló, su torso subiendo por segunda vez antes de que yo le impidiera, presionando mi mano en su hombro una vez más. Me había dado cuenta de la naturaleza terca de Bo, a pesar de ser más silenciosa que la mayoría de las chicas con las que habían estado, ella era sin duda una de las más fuertes.

Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora