47. Parte 2

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  Los pensamientos de Scott se infiltraron en mi mente inestable, lo furioso que parecía aquella vez, la tarea que aun no había terminado. ¿Y si él había descubierto donde vivía? Papa habría sabido que hacer, el siempre se encargaba de cosas como estas. Mi madre y yo éramos inútiles, ella ignoraba las situaciones peligrosas por las que yo había pasado, no tenía ni la menor idea y yo no quería que se preocupara, pero si Scott estaba aquí, afectaría a las dos.

Pensamientos del yate que yacía en el fondo de mi armario me distrajeron de la presencia de Riker mientras salía del baño. Estaba demasiado envuelta en la situación actual.

"¿Está todo bien?"

Su voz nos sorprendió a ambas, arrastrando mi atención hacia él.

"Hay alguien afuera en el jardín." Dije de prisa.

El mensaje que estaba comunicando se escucho fuerte y claro, y yo supe que su primer pensamiento era el mío reflejado: Scott. Sus ojos se oscurecieron mientras se movió entre las dos mujeres paradas frente a él.

"Voy a echar un vistazo."

No tuve tiempo de reaccionar cuando el roce de Riker ya había pasado, lo que me hizo que bajara rápido por las escaleras corriendo para poder llegar donde él estaba. Extendí la mano agarrando su chaqueta.

"Riker." Suplique.

Se volteo, nuestras alturas similares por una vez cuando me detuve en el último escalón. El sabía que yo no quería dejarlo salir por la puerta trasera para ser consumido por el negro paisaje del jardín sin iluminación.

"Quédate con tu madre."

Mi ansiedad era clara, desesperada por que él se quedara conmigo, pero la determinación en su rostro me suavizo mientras levantaba su mano, alejando mechones de pelo que oscurecían mi visión y poniéndolos detrás de mi oreja. Absorbí un suspiro mientras el rompía la barrera invisible y persistente entre nosotros.

"Te ves guapísima con ese vestido."

Su voz era tranquila y relajante, un intento para distraerme.
"Quiero que te quedes adentro con tu madre."

Me trague mi impresión mientras la figura de mi madre se podía ver en la parte superior de las escaleras. La pequeña sonrisa tranquilizadora de Riker había llegado a mi madre cuando miro más allá de mi.

"Ten cuidado." Mi voz se quebró.

"Lo hare."

Nos sentamos y esperamos con impaciencia en la parte inferior de las escaleras. Se sentía como un vacío dejado entre las miradas preocupadas mirando hacia afuera de la ventana de la cocina en el pasillo. El haz de luz emitida por la antorcha que llevaba Riker escudriño el jardín en busca del intruso. La sensación pegajosa de la mano de mi madre encerrada alrededor de la mía mientras regresaba el gesto reconfortante. Cuando un golpe se escucho, ambas nos disparamos fuera de nuestra posición, aliviadas al ver a Riker cerrando la puerta de atrás una vez más.

"no hay nadie." Confirmo.

"Gracias por buscar, Riker."

El asintió con la cabeza a mi madre, dándole una sonrisa con hoyuelo. Me apresure a cerrar la distancia entre nosotros, envolviendo mis brazos en su cintura y apretándolo. No fue una reacción inmediata devolverme el abrazo, claramente porque no esperaba mi gesto repentino.

"Bo, está bien."

Mi abrazo era devuelto mientras aspiraba su olor fuerte, enterrando mi cara en su pecho. La extensión de su mano derecha frotaba mi espalda, mientras se inclinaba para besar la parte superior de mi cabeza. Mis mejillas estaban hormigueando de rosa mientras me echaba hacia atrás, consciente de que mi madre nos observaba.

"Bueno. ¿No son ustedes los más lindos? Oh, llegare tarde al trabajo."
Yo no podía dejar de reír cuando ella sin querer levanto su estado de ánimo. Sus manos frenéticas agarraron su maleta para un turno en el hospital antes de girar para hacer frente a los dos.

"Me alegra saber que todo está bien, diviértanse en la exposición de arte." Ella se apresuro escaneando con los ojos la cocina por algo olvidado. "Y um, lo que hablamos." Su preocupación se dirigió hacia Riker.

"Ya lo tengo cubierto." Riker aseguro.

"Ah, y pueden quedarse juntos esta noche, eres más que bienvenido a dormir aquí Riker. Bien, muy bien. Me voy."
Yo nunca había visto a mi madre pasar tan rápido, prácticamente corriendo hacia la puerta principal para ingresar a su turno de noche a tiempo.

"Tu mamá es graciosa." Riker se rio entre dientes.  


Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora