34. Parte 2

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"Riker!" Le grité a través del cristal.

Pero él ignoró mi protesta, sin dejar de caminar hacia Dan, que parecía un poco desconcertado. Me vi obligada a sentarme y ver como Riker tenía su "pequeña charla". Estaba de espaldas a mí, lo que yo sabía que era un movimiento deliberado, de esa manera yo no sería capaz de ver su rostro.
Riker estaba exagerando. Dan había sido muy dulce hoy en el trabajo. Habíamos hablado entre atender a los clientes, algo que hacía con la mayoría de los empleados de la tienda. No era nada especial, sólo estábamos siendo amigables. Pero, por supuesto, Riker llevó las cosas fuera de proporción, y su lado protector que se cernía sobre mí una vez más.
Yo seguía sentada en el lado del conductor cuando Riker se acercó al coche. Apretó el botón de la llave, abrió la puerta. Tan pronto como se abrió me encontré fuera. Mi actitud era un poco hostil hacia él, negándome a mirarlo a sus ojos mieles mientras abría la puerta de atrás para recuperar mi bolso. ¿Cómo se atreve a encerrarme en su coche?. ¿Qué demonios estaba pensando?

"Bo. ¿Dónde diablos estas yendo? ", Preguntó Riker.

Traté de alejarme, pero mi muñeca se convirtió en prisionera de su mano grande. Él me tiró, apoyándome contra el lado de su coche. Mis dedos estaban todavía bien envueltos alrededor de la correa de mi bolso.

"Déjalo."

La voz de Riker era baja y yo sabía que él estaba tratando de mantener la calma. Al instante solté mi bolso, oyéndolo caer al suelo, con los ojos fijos únicamente en su rostro. Su cuerpo caliente se presionó al mío, impidiéndome escapar. Mi corazón latía rápidamente, la respiración saliendo en bocanadas cortas. Ambas de mis muñecas estaban puestas ahora contra el metal de su coche mientras me miraba. Sus ojos oscuros.
Miré nerviosamente hacia la derecha para ver a Dan que seguía ahí parado, sus ojos bien abiertos mientras observaba nuestra interacción. Me había acostumbrado a los gestos dominantes de Riker, pero sólo Dios sabe cómo otros retrataban su comportamiento posesivo. Rápidamente me volqué cuando escuché lo que casi sonó como un rugido de la parte posterior de la garganta de Riker. Su mandíbula estaba tensa, su agarre apretándose.

"Eres mía". Él confirmó profundamente.

Su rostro se relajó un poco, formándose una sonrisa en sus labios carnosos mientras miraba a Dan Su expresión era casi incitante antes de que su enfoque volviera de nuevo a mí. Me sorprendió cuando sus labios descendieron con fuerza a los míos. Su lengua caliente entrando en mi boca, explorando. Mis ojos estaban completamente cerrados mientras él continuó utilizando su fuerza, manteniéndome entre su cuerpo y el vehículo.
Creo que Riker era consciente de mi resistencia hacia sus avances contundentes, mi postura no tan dispuesta como él hubiera deseado. Fue entonces cuando se decidió a levantar a mis manos, las puntas de mis dedos rozando los rizos antes de que soltara su agarre. Mis dedos se enrollaron al instante en su pelo, tomando en puño los cabellos suaves. Tiré de ellos con fuerza. Mi intención era que él reconociera mi objeción a su dominancia autoritaria, sabiendo muy bien que era para el beneficio de Dan, que supuse seguía mirando. Riker estaba reclamando su territorio sobre mí. Pero en vez de retroceder como yo esperaba que lo hiciera, el ronco gemido que emitió me tomó por sorpresa. Las vibraciones pasando por mi totalidad mientras él puso sus grandes manos debajo de mis muslos. Fue entonces cuando me acordé de que a Riker le gustaba cuando yo era dura con él, mis acciones totalmente contraproducentes. Mi cuerpo fue levantado, Riker obligándome a envolver mis piernas alrededor de su cintura.
Yo no podía dejar de jadear mientras sus labios carnosos colocaban besos a lo largo de mi mandíbula antes de succionar en el lugar justo detrás de mi oreja. Mis pequeños gritos de protesta transformándose en gemidos. Riker sabía exactamente lo que estaba haciendo.

"Dilo". Él exigió sin aliento.

Yo me quedé callada. Su sendero tortuoso continuando por mi cuello. Mis dedos aún apretando su cabello, su cuerpo fuerte presionándome más hacia el lado del coche.

"Dilo". La voz un poco más dura de Riker contra mi piel.

Yo sabía que su nivel de molestia fue aumentando mientras sus labios se apretaron con fuerza a mi piel sensible. Mi boca se abrió en cuanto su intensidad aumentaba, las acciones de Riker implacables mientras él seguía severamente succionando. Sus dientes rozaron la piel enrojecida. Todo fue demasiado para mi mientras forzaba a salir las palabras que yo sabía que él estaba esperando oír.

"Yo-yo soy tuya... Riker soy tuya." Mi voz susurró.

Al instante se desapegó antes de poner un delicado beso en mi cuello. Mis manos débilmente apretándose contra su pecho.

"Bájame".

Mis pies tocaron el piso segundos después, empujando mi pelo a un lado y mirando mi reflejo en una de las ventanas oscurecidas del vehículo. Riker me había marcado. Afirmó su poder sobre mí. Lo que me molestó más fue que el horrible chupetón estaba exactamente en la misma posición del que él me había dado cuando nos conocimos.
Rápidamente recogí mi bolso del suelo, ignorando las súplicas de Riker. Dan ya no estaba en la tienda, yo estaba agradecida por su ausencia. Mis pies me llevaron al otro lado de la pista, lejos de Riker.

"Bo!"

Me detuve, con lágrimas en mis ojos. Mis dedos rápidamente borrando la evidencia de mis emociones frenéticas.

Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora