50. Parte 2

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  Era extraño. A pesar de la limitada cantidad de tiempo que habíamos pasado juntas, me sentí a gusto. Stormie tenía una naturaleza mucho más tranquila en comparación con Delly, cuyas manos estaban constantemente haciendo un gesto en el aire mientras hablaba. Había aprendido que Delly no era de las que se preocupara de lo que la gente pensaba, y yo admiraba eso de ella. Pero tuve la sensación de que Riker habría intentado domar ese lado de ella cuando eran más jóvenes, tal vez sentir vergüenza por el atrevimiento de su hermana.

Al ser testigo de la interacción frente a mí, llegue a reconocer ciertas características familiares, tanto en los rasgos físicos como de personalidad. Estaba claro de donde Riker había heredado su pelo rubio y desordenado natural, el de su madre era más largo y obviamente con más estilo. El también compartió la misma llama que podía ver dentro de Delly, su sentido del humor, una firma de acuerdo mientras se reía, metiendo sus piernas debajo de ella en el sofá.

Me senté y escuche las historias divertidas que eran dichas a costa de Riker. A veces ellas me hacían salpicarme el agua que bebía para lavar mi tostada la cual me comía en el sofá frente a las dos mujeres. Ellas se negaron cortésmente a la taza de té, menos la leche que yo les había ofrecido. Parecía que ambas estaban satisfechas con solo sentarse y conversar, por ejemplo lo que quería hacer en el futuro. Pero la discusión pronto hizo un giro hacia Riker.

"¿Cómo era Riker cuando era pequeño?" Les pregunte, terminando mi desayudo que ahora era más como un almuerzo.

"Creo que como la mayoría de los adolescentes realmente, el era un poco gruñón. Pero siempre fue muy dulce, siempre quería ayudar. Había esa vena protectora en el."

Sabía muy bien lo mucho que Riker haría para garantizar la seguridad de alguien, a veces en total desprecio de la suya. No me sorprendió el saber que esos instintos llegaron más atrás en sus años más jóvenes. Eso me hizo preguntarme como empezó, que evento había tenido lugar para hacer a Riker girar repentinamente, o si había sido una progresión de una cosa tras otra. Me dolía el corazón al pensar en un niño sacrificando la diversión de aprender a andar en bicicleta para preocuparse por la seguridad de su familia. Todo el mundo merece una infancia.

"Solía tener ataques de pánico." Delly casualmente intervino.

Su abrupto comentario me agarro con la guardia baja, empujando suavemente lejos la imagen del niño de ojos grandes de color miel y pelo rubio.

"¿En serio? Debido a tu..." rápidamente me calle. "Lo siento."

Una punzada de culpabilidad me golpeo en la falta de sensibilidad que había mostrado.

"No lo estés." Stormie dijo con una pequeña sonrisa. "Supongo que Riker te lo había dicho"

Le hice un gesto en la confirmación de las conversaciones que su hijo y yo habíamos tenido.

"Es bueno saber que tiene a alguien con quien hablar sobre el tema. Riker tenía unos cuantos problemas embotellando sus sentimientos."

Stormie miro a Delly, su hija ligeramente tomándola de la mano. Parecía agradecida al gesto, recogiendo sus pensamientos antes de flotar de nuevo a mí.

"¿Qué pasa?" Le pregunte, sentándome más adelante en mis cojines.
Mis pies se frotaron entre sí, tratando de enderezar los calcetines que Riker me había dado. Delly se había agrupado nerviosamente la manga de su jersey por encima de su mano libre.

"¿Riker lucha?"

"Oh, yo..."

"Sabemos de su boxeo, pero él se mete en peleas fuera del trabajo?"
No tenía ni idea de cómo responder a su pregunta ansiosa. Era un poco molesto ver la preocupación en sus ojos. Riker, obviamente, no se había abierto por completo con ellas acerca de la vida que comenzó sin ellas.

Dark.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora