Cap 23. Dieciocho años

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Al día siguiente

Lo único que sentía ahí encerrada era la necesidad de llorar, llorar y cerrar los ojos intentando creer que todo fuera un sueño terriblemente largo, una excusa que le ayudara a olvidar la realidad que estaba viviendo, observando las paredes de piedra alrededor de la celda, los barrotes oxidados y el olor a humedad que con un solo inhalar temblaba de frio, mientras escuchaba los pasos de esos extraños guardias de pelaje oscuro, aquellas garras en las manos solo le cerraban los ojos pellizcando sus codos intentando despertar a cualquier precio.

Esa primera noche forcejeo contra sus rodillas abrazadas, intentando levantarse y hacer cualquier cosa que derribara la celda o al menos le diera una señal de que este lugar no apestaba, se calmaba con la idea de que en cualquier momento su alarma la despertaría y seria la primera vez que no la maldijera, pero aún seguía aquí en un intento de cama con piedras y paja, escuchando las armas de los guardias chocar con las paredes o jugando entre ellos.

Recordaba esas extrañas miradas al salir del bosque en donde Marta y ella eran la atracción del año, o más bien, la peor noticia, todos gritaban ofensas y amenazas que le erizaba la piel, con rocas en la mano esperando la señal para arrojarlas contra ellas, la fuerza con la que Marta les miraba le impresionaba, ella no se asustó con ninguna de estas amenazas a pesar de que los extraños seres eran enormes, el doble de ella algunos, su mirada de desprecio se mantuvo.

Algunas miradas solo eran temor cubriendo a sus pequeños detrás de quienes estaban dispuestos a matarlas en esa avenida; los niños de este mundo lloraban solo de verlas, se revolvían el pecho de sus madres como si el monstruo debajo de sus camas se hubiera escapado, hasta que distinguió a quienes en la multitud gritaban con alegría: "! Por fin los capturamos¡, ¡Ya no más peligro en el reino¡, ¡Nunca nos arrebataron Glyfalia ¡

¿Glyfalia? Lo recordaba, el nombre que Marta había mencionado antes de perder la conciencia, ese que el último libro que su amado leyó tenía. Debía estar encerrado aquí en alguna celda...o tal vez, ya ni siquiera se encontraba con vida, no podía imaginarlo entre estos pasillos sin miedo, tampoco imaginarlo caminando por el reino con todo el odio que esas criaturas les guardaban, a salvo en ningún lugar, ella tendría el mismo destino, bueno, al menos sabría cómo fueron los últimos días de Erick. Este ultimo pensamiento de la joven fue como el botón que le apago las esperanzas.

...

La mujer dormía tranquilamente en un descanso que anhelaba desde hace mucho tiempo, mientras la pelirroja abría y cerraba la puerta de la habitación con frecuencia siempre con las manos ocupadas, la nostalgia y la felicidad de verle aquí junto a ella le llenaba de energía, tanto que su cabello rojo no dejaba de volar ligeramente sus mechones se separaban para hablar entre ellos como si de marionetas con calcetines se tratara. Tenía que demostrarle lo orgullosa que debería estar de su pequeña, tal como lo hizo hace años.

"Habían pasado mucho tiempo desde ese hermoso día en el que la magia le abrió el camino para salvarse, el día en el que todo fue suyo. La marca negra en donde el rey camino por última vez jamás se borró del suelo, los guardias le miraban con odio y pavor blandiendo sus lanzas mientras les temblaban las uñas, decidida a que nadie podría acercase levanto el mentón y caminó hacia adelante pisando sin importancia la mancha del monarca, los guardias retrocedieron aun con arma el alto, el hechicero la miraba con tanto asombro que fue la primera vez que le veía sin su típica mirada seria, sofocando las lágrimas que gritaban el nombre del rey ¿Cómo se atrevía a pasar por encima de él sin vergüenza? 

Los rayos que salían de la pequeña después de atacarlo le indicaron que ella no tendría problemas con provocar una guerra, mucho menos de manchar sus manos; entonces decidió ir en sigilo hacia el otro pasillo en donde el libro se encontraba abierto de par en par sobre un atril, aprovecharía los guardias que la acorralaban.

Glyfalia. "El Libro Perdido"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora