055: ¿Princesa a rescatar?

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❝SIEMPRE CUMPLÓ MIS PROMESAS.❞

CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO

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CAPÍTULO CINCUENTA Y CINCO

¿PRINCESA A RESCATAR?


LA MUJER DE CABELLOS RUBIOS SIGUIÓ OBSERVANDO AQUEL LIBRO POR UNOS SEGUNDOS, ANTES DE TOMARLO. Lo mantuvo en sus manos durante unos momentos, notando cómo solo poseía una tapadera bastante gruesa de un color oscuro. Curiosa, abrió este para así poder leer un poco de lo que Yaliy anteriormente estaba leyendo pero, en el momento en que sus ojos se colocaron en la primera página, no había nada. Ni en la siguiente o la que sigue, en ni una sola página había una sola palabra. Para ella, solo eran hojas en blanco.

Amelia no entendía porque Yaliy parecía tan concentrado en aquel libro, si no había nada dentro de este, según lo que ella veía. Aunque la hija menor de la tan famosa ''puerta y llave'' del camino a las almas Blair no pudiera ver algo, no significa que ese libro no sea importante. Aquellas páginas habían sido creadas para que solo aquellos de profecías importantes pudieran leer lo que contenía, para que solo un Blair de suma importancia sea capaz de leerlo. Así que, por mucho que la soñadora Amelia Blair deseará leer aquello, no podría hacerlo jamás. Ella no era importante en su familia, no poseía ni una sola mísera línea en las miles de profecías que había en su familia. Ella era, básicamente, la única excepción. Ella jamás sería su hermana mayor, ella jamás seria Margaret.

Los ojos de Amelia siguieron en aquel libro por un par de segundos, hasta que sus ojos azules se colocaron en otro libro que estaba en el pasto bajo sus pies, cuyo libro era sumamente idéntico al que tenía en sus manos pero, que al abrirlo, era completamente diferente. Este poseía algunas fotografías de magos que había visto a lo largo de sus años en la paz eterna, los demás, según ella, debían de pertenecer a la gloria de los héroes, dónde descansaban los dragones rojos. Comenzó su caminata lejos del bosque, sin apartar lo más posible sus ojos de aquellas fotografías, hasta que llegó a una que le llamo su atención: Su padre.

La fotografía del apuesto e impresionante Timotheé Blair parecía resplandecer en aquella página, dónde tenía toda una sección para él, cuyas letras expresaban con gratitud todo lo que él apuesto hombre de cabellos blancos había logrado en sus años, de cómo había salvado a la comunidad mágica incontables veces y, a su vez, salvado a la familia Blair; Una pequeña sonrisa se colocó en los labios de Amelia, recordando a su adorado padre.

A veces, cuándo era pequeña, solía jurar que su padre la odiaba. Él solía hacerla a un lado cuándo Margaret estaba en el camino, Timotheé, de una manera u otra, hacía sentir a Amelia tan inferior que esta había deseado jamás haber existido. Por supuesto, aquella no era la intensión del hombre Blair, quién amaba a sus hijas con la misma intensidad con la que amaba a sus dragones, aun así, la pequeña rubia tenía complejos de inferioridad desde que tenía memoria. ¿Cómo podría no compararse, cuando su ''competencia'' era la perfecta Margaret Blair?

𝑨𝑹𝑬𝑺 | 𝑯𝑨𝑹𝑹𝒀 𝑷𝑶𝑻𝑻𝑬𝑹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora