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CAPÍTULO VEINTE
VERDE MISTERIOSO
—¡ARES, SUÉLTALO!—Gritó él chico Malfoy, con total horror; Él chico Riddle estaba de pie, sin haber soltado el agarré que tenía en Albus, mientras que el rostro de este comenzaba a tornarse morado por la presión que tenía en su cuerpo. Habían pasado casi dos minutos desde que Ares mostró sus brillantes ojos verdes, provocando que tanto Hagrid cómo los centauros intentarán intervenir pero, eso solo provoco que su poder estallará.
Del cuerpo del chico Riddle comenzaron a desprenderse grandes cantidades de energía escarlata, que obligaron a todos a protegerse con lo que tuvieran más cerca, antes de que fueran expulsados por él; Ares no despegó sus ojos del chico Potter, estando por un momento de aquella manera, hasta que una voz completamente diferente salió de su boca.
—Mismo horribles cabellos oscuros.—Musitó aquella voz, completamente grave, provocando terror e intriga de parte de los presentes, mientras que apretaba el agarré en el cuello de Albus.—Mismos asquerosos ojos verdes.—Agregó, ladeando su cabeza con lentitud.—Me recuerdas tanto a mi hermano, ¿Sabes?—Acercó su rostro, observando los ojos verdes del chico Potter.—Yo odiaba a mi hermano.
—¡Ares, no!—Exclamó él chico Montague, intentando detener a su amigo pero, la energía escarlata del chico mencionado lo obligo a salir expulsado un par de metros atrás.
—¡Dore!—Gritó Maxwell, con preocupación, mientras corría hacía él.
Scorpius, sin saber que era lo que tenía que hacer, dirigió sus ojos grises a la varita de su mejor amigo, la cuál se encontraba tirada en el suelo. Con prisa, corrió hacía ella para así poder apuntar al cuerpo del chico Riddle, provocando que los brillantes ojos verdes de este lo observaran.—Suéltalos, Yaliy.
—¿Cómo te a través a intentar darme ordenes?—Cuestionó Ares, con aquella grave voz saliendo de su boca.—¿Cómo te a través a hacerlo, eh? ¡A mi! ¡Al gran Yaliy Blair!—Musitó, con notable burla e irritamiento, antes de que sus brillantes ojos se colocaran en la varita que Scorpius tenía.—Sin agregar que estás apuntándome con una varita que jamás te obedecerá.
—No quiero hacerle daño a mis amigos.—Mencionó él chico de ojos grises, al mismo tiempo en que su par de amigos se acercaba a él, una vez que él hijo de los Montague fue revisado por Maxwell.—Pero, sé que esta varita es lo suficientemente poderosa para acabar contigo, ¿Sabes por qué?—Agregó, dando un paso al frente con todo el valor que jamás imagino tener.—Porque le perteneció a tú hermano, lo que la hace mucho más poderosa de lo que algún día la tuya pudo haber sido.
Molesto, él cuerpo del chico Potter fue arrojado bruscamente al piso gracias a la rudeza que había utilizado aquel cuerpo poseído por uno de los grandes Blairs, mientras que sus brillantes ojos verdes se mantenían en él chico de cabellos rubios. Yaliy dio un paso al frente, antes de que una sonrisa apareciera en sus labios.
