❝¡YO ERA TÚ CACHORRO FAVORITO ANTES DE QUE LLEGARA ÉL NIÑO MIMADO!❞
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CAPÍTULO OCHENTA Y TRES
EL CUMPLEAÑOS DEL ABUELO BLACK
EL MARTES POR LA MAÑANA, siendo un día especial para él chico Riddle, ese se levantó de su cama con una enorme sonrisa en el rostro al recordar la fecha en la que se encontraban: 03 de Noviembre. El cumpleaños de su abuelo Black. Así que, después de levantarse de su cama sin tener la intención de levantar a su novia, dirigió sus pasos al baño para poder arreglarse completamente. Después de haber elegido un par de botas negras del mismo tono de sus pantalones, el cual también combinaba con su suéter de cuello largo, para finalizar con una gabardina de color gris oscuro encima de este, se dio una ligera mirada al espejo. Perfecto.
Había decidido peinar sus cabellos castaños de manera ordenada, lo más que podía con aquellos largos rizos que comenzaban a formarse, los cuales su madre sin duda le comentaría que debía cortarse un poco su cabello, estando de acuerdo con ella. Un par de semanas más y sin duda podría poner una liga en estos para hacer un pequeño moño. Tenía ganas de cortar su cabello, a veces quería ''raparse'' un poco la parte de atrás para dejar la parte superior algo larga, también quería dejarlo largo para ver que tal se vería o el corte abierto que Kai solía tener algunos días, aunque este cambiaba de tipo de cabello a cada rato. Después lo decidiría.
Una vez que termino de lavar sus dientes, tomó uno de los relojes que tenía en sus estuches para observar la hora, al mismo tiempo en que se lo colocaba. Al observar que eran casi las ocho de la mañana, tuvo que apresurar sus pasos hacía el escritorio de su habitación para tomar la pequeña caja de moño azul que estaba sobre este, antes de acercarse a su cama una vez más.
Se colocó junto a esta, observando a la preciosa chica que se encontraba plácidamente acostada sobre sus cobijas, mientras que algunos de sus rubios cabellos se encontraban sobre su rostro. Ares soltó una pequeña risa al observar aquello, tomando uno de sus mechones para así colocar este detrás de su oreja. Se acercó un poco para darle un pequeño beso en la mejilla, antes de escuchar cómo su novia se movía un poco.—Mh...
—Descansa un poco más.—Murmuró él chico Riddle, con una pequeña sonrisa.—Nos vemos en unas horas.
Cuando estuvo por levantarse, sintió cómo Cassandra colocaba una de sus manos sobre la suya, provocando que sus ojos esmeraldas se concentraran en esta. La chica en la cama comenzó a hablar en pequeños murmullos, sin tener la intención de abrir sus ojos.—¿Qué hora es?
—En veinte minutos serán las ocho.—Respondió, arrodillándose un poco en el piso para tener una vista perfecta de la chica en su cama, quién abrió los ojos a los pocos segundos, pestañeando un poco al sentir la luz llegar a estos. Ares sonrió al observar los ojos oceánicos de su novia, cómo él le decía.
