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CAPÍTULO VEINTICUATRO
REGRESO A CASA
SU ÚLTIMO AÑO HABÍA TERMINADO SIN SER COMPLETAMENTE ESPERADO. Los resultados de los exámenes habían llegado para la grata e ingrata sorpresa de todos, respectivamente. En el momento en que la pandilla de plata obtuvo sus calificaciones, cada uno de ellos recibió grandes noticias al haber pasado casi todas sus clases con buen promedio, excepto Maxwell, quién recibió una D en Herbología. Esto, definitivamente, no cambió para nada su animo, él chico Fallen no esperaba algo más que eso. Ares no se sorprendió para nada al haber recibido cada una de las calificaciones perfectas, siendo él mejor estudiante de su año. Aquello le provocó una grata satisfacción al haber leído aquel pergamino, estando decidido de que podría chantajear a sus padres con alguna cosa que quisiera porque, siendo honesto, se la merecía.
Momentos antes de terminar de acomodar sus cosas, cada uno de los estudiantes recibieron notas en las que los prevenían para que no utilizaran la magia durante las vacaciones. Cosa que, claramente, Ares ignoró por completo. Cada año tenía que estudiar, pelear e impresionar a sus padres con el poder que tenía, para poder lograr una meta de la que no tenía idea que existía.
Entonces, cada armario se vació, mientras que los equipajes estuvieron listos. Cada estudiante se encontraba caminando detrás de Hagrid, quién los llevaba hacía los botes que cruzaban el lago. La pandilla de plata tuvo que separarse en el momento en que llegaron a ellos gracias a que, por ordenes del semi gigante, solo podrían subirse menos de cuatro personas en cada bote. Él hijo de los Montague propuso el irse junto a Maxwell en otro bote, mientras que este estuvo de acuerdo para que los otros tres se fueran en otro junto a ellos pero, algo que él chico Montague no tenía en cuenta era que, una linda morena había pasado cerca de ellos, llamando la atención de Maxwell, quién la invito a sentarse con ellos.
En el transcurso del lago, los tres integrantes que iban en otro bote podían notar cómo su amigo de ojos grises se encontraba haciendo muecas cada cierto tiempo, imitando de manera graciosa cada acción que Megan hacía. Claro, Maxwell no se había dado cuenta ya que Theodore se había dado media vuelta para que su trió de amigos lo observará.
Una vez que llegaron al pueblo, él chico Montague tomó del brazo a Maxwell para así poder sonreír en dirección de la chica morena, antes de caminar hacía sus amigos. Estos los esperaban en la entrada del expreso de Hogwarts, para así poder comenzar a buscar un compartimiento vacío.
—Fue un buen año.—Dijo él chico Malfoy, una vez que se sentó en su lugar, del lado izquierdo de Ares, mientras que Albus se encontraba en la derecha de este.
Maxwell se sentó junto al hijo de los Montague frente a ellos, mientras que este hablaba.—Estoy de acuerdo.
—¿Dónde está la bruja del carrito?—Preguntó él chico de ojos azules, dirigiendo estos a la puerta del compartimiento, al mismo tiempo en que el tren comenzaba su transcurso.
