Capítulo XLII. (Descanso)

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Capítulo XLII. (Descanso)

POV Adrián

—La policía nos está siguiendo y todos están siendo descuidados, esa es la razón de que este molesto desde hace días, además de otros problemas; el cadáver que encontramos puede ser incluso una advertencia de su parte, no sean tan inocentes como para creer que no tomarían esas medidas contra nosotros o los grupos de la zona roja, sabemos que llevan años persiguiendo nuestras cabezas. Siempre hemos podido mantener un perfil bastante bajo cuando trabajamos y nos movemos por la ciudad, pero es evidente que alguien no lo está haciendo, y de verdad me gustaría saber quién es para poder tomar medidas. —dijo Bruno. Todos lo estábamos escuchando en silencio.

No creo que le pasará desapercibido a nadie el hecho de que me fulminó con la mirada, pero como siempre, ignoré sus acusaciones y me hice lo más desentendido posible. Pero parece que ya encontramos cuál era la razón de la discusión en la madrugada con los chicos de Antonio, si ellos hicieron algo, entonces debemos cuidarnos de sus intenciones, porque trabajan con nosotros, pero no sabemos con qué tipo de propósito, puede que sea de índole personal o algo mucho más grande que eso. Ya nada me sorprendería.

Y hablo por mis propias acciones egoístas.

—Espera un momento Bruno, nosotros siempre tenemos cuidado cuando trabajamos, así que no te atrevas a señalarnos, somos profesionales en nuestro trabajo y sabemos lo de la policía, porque no es nada nuevo. —solo Darío se atreve a pelear por nosotros todo lo que dice Bruno, y aunque me siento bien cuando me defiende, también sé que no lo merezco, mis amigos por otra parte, lo merecen. La saliva que pasa por mi garganta se pone amarga por la culpa.

—No los estoy acusando, en fin, solo quiero que sean más conscientes. Antes podíamos hacer unas cuantas movidas y sacarnos del problema con la policía, pero ahora no podemos, es una situación diferente y si los agarran por la calle, estarán por su cuenta durante un tiempo. Recuerden que los de la zona roja nunca son bien recibidos por los presos, sabemos que pasó la última vez, eviten ser atrapados, porque no van a contar con nuestra ayuda.

—Bruno, entiendo perfectamente todo lo que dices y no te quito la razón, en lo absoluto. Pero me pregunto si pasó algo importante de lo que tal vez no estemos enterados, te comportas extraño últimamente, y no creo haber sido el único en notarlo. —le dijo Camilo.

—Pasaron tantas cosas que no sabría por dónde comenzar, pero les diré todo a su tiempo, ahora mismo quiero que se encarguen de esto. —arrojó unas cuantas carpetas específicas, y todos los que atraparon una de ellas, procedieron a revisarlas.

—Lo sabía. —susurró M, que también había atrapado una de las carpetas.

—Lamento saturarlos de trabajo, pero es lo que necesitamos hacer ahora, también los quería poner al tanto de la situación con respecto al cadáver, pero se sigue sin saber nada que sea realmente relevante para nosotros. Cuando tengamos un nombre se los diremos.

—Por el momento solo sabemos que es un hombre joven. —dijo M, y todos comenzaron a susurrar.

Basta, no pierdan el tiempo con palabras inútiles, mejor vayan a trabajar. Todos los que recibieron una carpeta deben cumplir de inmediato con el trabajo, es todo ya pueden irse.

Todos comenzaron a subir o salir dependiendo de lo que les había tocado hacer. Me di la vuelta para mirar a M que estaba revisando los papeles, y me miró apenado. Sabía que tenía que irse sin que me lo dijera, así que la ansiedad comenzó a aparecer de nuevo. Apreté una de mis manos con tanta fuerza que se puso azul, así que se acercó y la tomó con la suya para evitar que lo siguiera haciendo.

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