Capítulo XLVI. (Midnight beach)

549 90 23
                                    

Capítulo XLVI. (Midnight beach)

POV Adrián

—Tenemos trabajo, algo grande. —dijo Darío, que estaba supervisando mi entrenamiento. Puso objetivos por todo el campo para que de alguna forma recreará situaciones de vida o muerte y no fallará ningún disparo, no lo hice. El sentimiento siempre es muy agridulce.

— ¿Tengo que ir también?

—Sí, y M.

— ¿De qué se trata?

— Pasaron muchas cosas y no tuve tiempo de decírtelo, pero Bruno seleccionó a un grupo para viajar al siguiente estado y buscar una enorme carga de mercancía, y como podrás imaginar, mientras más grande, mucho más problema es trasladarla sin que la detecten.

— ¿Cuándo tenemos que irnos? —me preocupa este viaje.

—Mañana. Por eso haz todo lo que debas hacer hoy, para que podamos irnos tranquilos. No sabemos si algo se complicará o si vamos a regresar vivos.

— Tienes razón. —levanté el brazo y apunté una última vez al objetivo, disparé.

— En el blanco, como siempre. Te explicaré todo con detalle más tarde, nos vamos a ir con armas muy buenas y un plan bien trabajado.

—De acuerdo, en la noche podemos hablar de esto todos juntos.

—Prepara tu equipaje, lleva ropa abrigada.

...

Pude viajar mucho con mi familia, pero en aviones y barcos, este sería mi primer viaje por carretera; así que no pude evitar sentirme nervioso por la nueva experiencia. Además, estaríamos transportando drogas, por lo que tanto nuestra vida, como la de los dueños de esa carga, por estos días, solo sería un blanco para los enemigos. Intenté mantenerme optimista, pero mis manos estaban temblando cuando guardaba la ropa del viaje y M se dio cuenta.

— ¿Por qué estás tan nervioso? No sueles dejarte afectar así, ya hace un buen tiempo. —como siempre, es muy atento.

—No lo sé, supongo que por la nueva experiencia. —sonrió y me miró divertido.

—Como mucho solo serán unos dos o tres días, si es que las cosas no se complican, pero lo hicimos muchas veces y siempre salió bien; aunque admito es la primera vez que traeremos una carga tan grande.

— ¿Vas a dormir conmigo?— le pregunté.

—Claro, ya busque en mi casa todo lo que pretendo llevarme. —me señaló su bolso.

—Espero que no hayas metido solamente cajas de cigarro. —sonrío por mis palabras.

—No, además de esto también puse ropa, no te preocupes.

—De acuerdo, confiare en tu prudencia. —hicimos espacio en la cama moviendo todas las cosas al piso y nos recostamos.

— ¿Te sientes bien? —me preguntó, y asentí despacio.

— ¿De verdad es sensato irnos en estas circunstancias? —susurré.

—No tenemos opción, y aunque las cosas están un poco complicadas por aquí, tal vez lo mejor sea alejarnos un poco, el ambiente de la zona roja te consume, te envenena y te mata.

—Supongo, pero no todo es tan malo en la zona roja, estamos juntos porque fui el más imprudente del mundo aceptando venir a este lugar.

—Tienes razón, tú mejoraste mucho mi vida. —tomó mi mano y la apretó entre la suya.

Marioneta de CristalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora