Marioneta de Cristal

Capítulo CX. (El psiquiátrico Parte II)

Capítulo CX. (El psiquiátrico Parte II)

POV M

A pesar de que había hecho cientos de trabajos similares, porque esa era mi área de experiencia, en ese momento estaba nervioso. Por ese motivo me aparté del grupo, para tomar un minuto para mí mismo, quería fumar y reflexionar. No estaba seguro de si se trataba de preocupación o una acumulación de emociones, pero tenía que poner mi mente en orden.

Entonces prendí un cigarro e inhale profundamente, con la esperanza de despejar mi cabeza de cualquier tipo de idea que fuera un obstáculo para realizar bien mi trabajo. No podía ser la piedra en el zapato de ninguno de mis compañeros, y estaba seguro de que ellos se sentían de la misma forma, nadie quería arruinarlo.

—Oye ¿Estás bien? ¿Les pasó algo en el camino? Ninguno parece tener buena condición para realizar este trabajo —me interrogó S.

—Casi nos caemos por un barranco un par de veces, fue toda una aventura —le dije en tono de burla —. No pasó nada del otro mundo, estamos vivos, ¿no? Eso es lo que importa.

—Sí, pero Adrián tiene temperatura, es posible que se maree o se confunda mientras hace su trabajo. Es posible que su puntería se vea afectada en estas condiciones, ya es difícil apuntar a un objetivo de noche... —me replicó.

—¿Tiene temperatura? Mierda. —Mi intención en ese momento era volver con Adrián para evaluar su condición, pero él me lo impidió sosteniendo mi brazo, así que suspiré antes de volver mi atención a él, dándome por vencido. —Eres muy perceptivo.

—Es uno de mis talentos —admitió —, no soy experto en el lenguaje corporal como tú, pero soy muy bueno notando detalles inusuales. Es fácil ver que tienen muchas cosas en la cabeza, así que algo debió haber pasado. Entonces ¿Qué ocurre?

—Adrián me contó una historia de su niñez, y nos dimos cuenta de que se conectan algunos detalles importantes con nuestra situación actual —le expliqué, pero al ver la confusión que había en su expresión, supuse que necesitaba más tiempo para decirle todo —. Ahora mismo no me da tiempo de ponerte al tanto, conversaremos más tarde sobre este asunto.

—De acuerdo, supongo que en esta situación en este momento no nos favorece —murmuró y también prendió un cigarro.

—Me preocupa la estabilidad mental de Adrián —confesé y él me miró con interés —, mira, la verdad es que en otro tipo de situación, no te lo diría, porque tu presencia no me resulta conveniente en ese sentido, pero siento que existe una posibilidad de que enloquezca de nuevo, porque tiene muchas cosas en la cabeza en este momento.

—¿Crees que sea conveniente vigilarlo? —me sugirió, así que pensé en los pros y los contras de hacer algo así —. Podemos estar atentos a su comportamiento, por supuesto, sin que se de cuenta, solo para asegurarnos de que todo está en orden.

—Está bien, no es mala idea poner un poco más de atención en su comportamiento.

—¡M! —exclamó alguien y ambos reaccionamos en situación de defensa, pero solo se trataba de Bruno, y ahí me di cuenta de que el tercer grupo había llegado.

—Hola, jefe —le dije cuando llegó a nuestro lado.

—Hola S.

—Hola Bruno.

—¿Están bien? ¿Tienen algún reporte? —quiso saber. Y supuse que le llamó la atención el hecho de vernos interactuar apartados de los demás, porque a pesar de que estábamos en una situación "cordial" con los Red K, sabía que Bruno pensaba lo mismo que George respecto a ellos.