Capítulo LI. (Hacker)
POV Adrián
—Recuerda que no importa lo que pase, no te salgas de tu personaje. Si ocurre algo importante yo voy a encargarme de la situación, y en caso de que no pueda entonces te pasaré un arma.
—No te preocupes, haré lo posible por mantener mi posición. —evité hacer contacto visual con él, porque era la primera vez que lo veía vestido de traje y estaba demasiado cautivado.
—Recuerda usar los códigos de Diego. Si tenemos suerte acabaremos a la hora de la salida.
—De acuerdo. —asintió y suspiré cuando se fue.
El trabajo que nos asignaron me sacó al principio de mi zona de comodidad, porque a pesar de que me considero capaz en todos los campos académicos, no soy un experto en números, códigos y programas. M por otro lado, siempre busca una solución para todo lo que encarguen en la carpeta, aunque no lo hubiera hecho antes. De alguna forma consiguió meternos al banco central de la ciudad, como empleados regulares, para poder tener acceso al sistema.
No le pregunté cómo lo hizo o con quién hablo, simplemente me limité a tomar mi posición en el escritorio y seguir paso a paso las instrucciones que Diego nos había dado para poder hacer nuestro trabajo. Por eso es que ahora mismo me encuentro en frente de una computadora. Vestido de traje, zapatos de vestir, una corbata y anteojos de montura gruesa; tecleando como si estuviera completamente acostumbrado a ello.
Es divertido pensar que hasta el momento puede ser empleado en muchos lugares que nunca imagine, por trabajar en la zona roja. Me acostumbro fácilmente a los cambios de ambiente, porque me gusta probar cosas nuevas. Y sé que me eligen para este tipo de trabajos porque soy alguien que puede pasar desapercibido, como un ciudadano completamente normal.
Yo no tengo tatuajes, perforaciones o señales que puedan dar posibles alertas de que vengo de la zona roja. M por otro lado... No sé cómo hace para ser encantador y pasar desapercibido con su apariencia, su presencia y su mirada. En realidad no podría decir que es exactamente la apariencia o personalidad de un asesino, porque he conocido muchos y todos son distintos unos de los otros ¿Cómo las personas podrían saber qué están hablando con uno? Ahora que estoy del otro lado, siento escalofríos de pensar que antes pude haberme sentado al lado de muchos.
Cuando estaba encerrado en mi burbuja de ignorancia.
—Hey, novato ¿Puedes traer café para todos en la oficina? —me pidió el hombre junto a mi escritorio. Ya era bastante mayor, y tenía una enorme barriga que presionaba los botones de su camisa, como si estuviera a punto de estallar. Su sonrisa me recordó a la de un zorro, como si estuviera pensando en algo malo; y aunque su tono de voz no era hostil, su forma de hablar si era autoritaria.
En resumen, es la clase de persona que piensa «vas a hacer lo que yo te diga, porque eres el nuevo».
—Por supuesto. —le dije.
Me levanté y caminé fuera de la oficina para el área de descanso, puse a funcionar la cafetera y me crucé de brazos esperando que estuviera listo. Tuve que mover el cuello porque estar sentado toda la mañana me hizo sentir tenso.
Supongo que soportar órdenes de los superiores es parte del proceso de tener un nuevo trabajo. Pude observar muchas veces trabajar a mi padre y la manera en la que trataba a sus asistentes. Nunca fue abusivo, pero obviamente existía un orden de jerarquía basado en las posiciones sociales. En aquellos momentos no podía imaginarme haciendo eso, tomando esa posición tan imponente, pero ahora me preguntó si sería capaz de hacerlo.
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Marioneta de Cristal
Acción✓ Todos los derechos reservados. ✓Contenido Homosexual. Adrián es un chico de buena familia que por las limitaciones de sus padres no conoce nada del mundo. Tampoco le va bien en el amor y no sabe cómo actuar en el momento correcto en ninguna situ...