Algunas personas no nacemos para ser amadas o para amar.
Hay unas que solo contemplamos desde lejos y somos los encargados de escribir, dibujar, hablar o cantar ese amor.
Nosotros hacemos que los demás celebren el amor y quieran intentarlo. Les damos ánimos.
Cobardes incentivando a otros a ser valientes.
Como esa madre que le dice a su hija que siga adelante a pesar de todo pero ella nunca dejó a tu esposo que la golpeaba.
Puedes notar que somos parte de ese grupo de desgraciados/bendecidos porque se nota en nuestros ojos.
Y no es necesario que nos digas algo para hacernos sentir mejor...nosotros sabemos que está mal, hemos analizado cada palabra y tenemos el veredicto final. Por esto mismo sabemos que nada mejorará si nos damos ese paso adelante (no lo daremos nunca) pero estamos en paz proyectándonos.
Sólo sean felices.
Y nosotros seguiremos haciendo himnos en base a su amor.
