The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||

23

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Sherlock entro arrastrando a Daniela por el departamento, ella con mucho esfuerzo lograba ponerse de pie.

-¡John!- grito Sherlock a punto de subir las escaleras, el doctor bajo y miro la escena, la preocupación le estalló en la cara.

-Adios santo, Daniela- le dijo el doctor tomando el otro lado del cuerpo de la chica, ella se quejaba.

-De verdad que he tenido mala suerte- le respondió la chica subiendo al departamento.

Se arrojó al sillón, Daniela se tomó la herida de la pierna.

-¿Que demonios te sucedió? - le dijo John cortando el pantalón.

-Un maldito me hundió un cuchillo- dijo Daniela tratando de no desmayarse.

- ¿Y por qué no llamaron a la ambulancia?- volvió a preguntar el doctor, tomando las gasas y el alcohol que el menor le había traído.

-No quiso, por qué no quería volver a salir en la portada de los periódicos- respondió Sherlock sentandose a un lado de la chica.

-Daniela, no seas ridícula- dijo John desinfectando la herida, ella grito y aruño el brazo del rizado, el hizo una mueca de dolor y trato de soportarlo.

-Creo que me voy a desmayar - dijo respirando rápidamente, y seguía aruñando el brazo del menor.

-Me vas a perdonar Daniela- dijo el doctor preparando la aguja y el hilo.

-Te voy a odiar si queda una cicatriz- gritó la chica.

[...]

-Por dios, no podré usar vestidos - dijo Daniela mirando la sutura, Sherlock se sentó en la orilla de la cama, tomo la pierna de la chica y la reviso.

-Se verá bien Daniela, deja de quejarte.- le contestó pasando con cuidado sus dedos por los lados de la herida, y subió un poco hasta llegar a la rodilla de la chica.

-Will no tardará en llegar- interrumpió Daniela algo nerviosa, el siguió subiendo la mano por la pierna de chica, mirando el arte dibujado en la piel de la chica.

-Dijiste que tendría mi turno- susurró, mientras seguía subiendo la mano, hasta llegar, ella lo tomó suavemente de los rizos, y lo besó.

-Despues, ahora no Sherly- le dijo suavemente, y de nuevo lo besó, atreviéndose a meter un poco de su lengua.
Alguien tocó la puerta.

-Papá, ya llegamos.- dijo el pequeño a travez de la puerta, Sherlock se levantó de la cama, y el pequeño dió un paso a dentro de la habitación.

-¿Interrumpo?- pregunto el pequeño, al mirar a la mujer en la cama, ella sonrió y negó, se apareció atrás del niño, Mycroft, que al verla se preocupó.

-Daniela, ¿Que sucedió? - Mycroft miró la pierna de Daniela. -Dijiste que saldrías de compras, y ¿Llegas con esto?- le reclamo viendo con horror la herida.

-Lo siento, pero ya está en Scontlan Yard, el asesino del primer ministro- dijo Daniela recibiendo con los brazos abiertos a su ahijado, que quiso acurrucarse a su lado.

-Me acabo de enterar, supe que Sherlock lo atrapó, sin embargo no sabía que estabas metida también- recriminó, la mujer estaba abrazando al niño, y el pequeño estaba muy próximo a dormír. Mycroft la miro en silencio, por su mete se hizo una pregunta.

-Cariño, tengo que irme a casa. Pero prometo regresar mañana - le dijo la mujer, tapándolo con las cobijas.

-Si madrina, te veo mañana- le dijo el pequeño, el conejo dió un salto y cayó justo en el pie de la chica, ella quiso gritar.