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Daniela llego al bunker, era imposible no verla, llevaba un vestido color esmeralda y tacones muy delgados, estilizando su porte, llevaba un abrigo negro y pendientes con pequeñas esmeraldas, Sherlock obligo a su hermano que asistiera a la cena que el doctor había organizado, iba a ser en un lugar muy bonito por lo que ameritaba ir un poco arreglada. Llego hasta el escritorio de Anthea, quien la miro de arriba a bajo.

-Avisa a Mycroft que ya estoy aquí- parecía que el ego de Daniela se subió mucho mas, por lo que la asistente se enfado.

- Seria una lastima que esos tacones se rompieran.- le dijo con malicia

- Si serian una completa pena, me costaron 600 libras, ¿los tuyos cuanto?- atacó Daniela cansada de que Anthea no guardara silencio, las palabras no pudieron salir de la garganta de la asistente.

-Daniela, por favor no me digas que esto de meterse en problemas con la secretaria va a ser tradición- Regañó el mayor, Daniela lo miro Indignada.

-Esta mujer que no puede cerrar la boca.- Mycroft se devolvió a su oficina. - Para ser una simple secretaria hablas mucho- dijo con desprecio.

-¡DANIELA!- grito Mycroft dentro de su oficina, Daniela rodo los ojos y fue a la oficina, cerro la puerta.

- En mi defensa, tienes una secretaria muy bocona - Mycroft la cayó, estaba entrando una llamada.

-¿Que pasa? - su tono cambio drásticamente, daba miedo. - De acuerdo, gracias - colgó, paso su mano por su frente.

-¿Ahora que pasó Myc? - Mycroft se sentó en su silla.

-Encontraron a Irene muerta en un hostal de Francia- respondió Mycroft - pero dejó algunas pertenencias, ya están en camino- Daniela solo pensó en Will.

-¿Que le diremos a Will?- ella se sentó en frente del escritorio.

- Es un niño muy inteligente, podrá entenderlo - el se levantó y quedó a un lado de Daniela.

[...]

Ya estaban por llegar al restaurante, al parecer el doctor Watson tenía ganas de celebrar su cumpleaños.

-Tambien se lo dirás a Sherlock, no quiero predisponer su reacción pero deberías de mentalizarte - se estacionaron en la entrada y bajaron de la camioneta.

-Buenas noches, ¿Tienen reservación? - pregunto el host del restaurante.

-Si, Mycroft Holmes- habló Mycroft.

-Adelante señor Holmes- el host los llevo hasta la mesa, a un lado de una gran ventana, los colores del ambiente eran acogedores.
Lugar por donde pasaba Daniela, hombre que la volteaba a ver, Mycroft sintió un leve enojo. Hasta que por fin llegaron a la mesa.

-Vamos hermano, no te enfades. Una mujer morena, de curvas provocadoras en un país donde las mujeres son delgadas, rubias y sin chiste, es más que obvio que será el centro de atención - dijo Sherlock al momento en que Daniela tomo asiento.

-Deberian de voltear a otro lugar, es incómodo que estando en un país desarrollado, los hombres no sean respetuosos. - respondió Mycroft sentándose a un lado.

- Tu eres el del problema, eres tan antisocial que ni a una mosca volteSherlock- se burló Sherlock

-¿Y John?- preguntó Daniela acomodándose en su lugar.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora