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Daniela iba saliendo del baño, y camino hacia la cocina, estaban los dos hermanos jugando operando, Daniela levantó las cejas al verlos.
Ambos hermanos la voltearon a ver, llevaba un pantalón de vestir negro, y una blusa de manga larga del mismo color, la joyería se hacía notar, los dos quedaron maravillados con la figura de la chica.

-Ya ya, por favor señores - dijo haciendo un ademán con su mano, tomo una taza con café y tomo las llaves de la mesa.

-¿Dónde vas tan temprano?- pregunto Mycroft levantándose del sofá.

- Iré a cotizar la renta de unos trajes para el cumpleaños del niño, y comprar los dulces para la piñata- le respondió la chica acomodando su largo pelo.

-¿Tan arreglada?- pregunto Sherlock ahora.

-Como pensaba- dejo la taza, estaba comenzando a enfadarse. - ¿De que demonios les sirve ser unos genios si no se pueden acordar de una simple junta de padres?- extendió sus manos, eso era algo que la caracterizaba, usaba sus manos para comunicarse, como los mudos y los sordos.
Ambos cayeron en cuenta, lo habían olvidado, estaban tan apurados en cosas y con el gobierno que la única que tenía la carga de la educación del niño era ella.

-Les agradezco por compartir la responsabilidad de la educación de Will, supongo que ninguno de estudes estaban enterados que tiene un reporte por mal comportamiento- les dijo Daniela tomando su bolsa, cruzándose por enfrente de Mycroft, noto ese ligero dulce de su perfume, que mal lo tenía.

-¿mal comportamiento? - pregunto Sherlock.

-Sherlock por favor, debes poner atención a las necesidades de tu hijo, ¿Que pasaría si yo no estuviera aquí? - miro a los dos.

-Institutriz- dijeron ambos subiendo los hombros, ella bufo, pasando entre los dos, directo a la puerta.

-No quiero que Will sea un retraído social, quiero que al menos tenga una gota de normalidad, tener un tío que intimida a media Rusia, y un sociopata como padre no ayuda mucho- les regaño.

-Sociopata altamente funcional- corrigió Sherlock, ella se tomó la frente.

-Me vale madres Sherlock, ya eres padre, eso debiste pensar antes de cogerte a... Dios me perdone- dijo ya cansada, era un mal día, la carga del trabajo en México y la incómoda herida no le hacía fácil pasar los días.

-No sigas enojandote, vamos juntos. Puedo cancelar algunas cosas de la agenda - dijo Mycroft con pretexto para ir con ella.
Ambos estaban salido del departamento y Leastrade iba subiendo, se encontró de frente a Daniela.

- Me lleva una chingada - dijo Daniela de manera fuerte, Leastrade no comprendio.

-¿Chingada, que es? - pregunto el canoso mirándola extraño.

- La que tambien te va a llevar si no te mueves de mi camino- dijo Daniela apartando al inspector, Mycroft mantuvo la mirada en la cabeza de Daniela.

Los dos subieron a la camioneta, ella iba conduciendo.
Llegaron pronto al colegio, era uno de los mejores en Londres, y seguramente la reunión iba a estar llenos de papás estirados y con mucho dinero.

Bajaron de la camioneta, y Mycroft le ofreció su brazo, caminaron hasta la puerta del colegio y sentía las miradas de las esposas celosas, que iban con sus esposos.
Daniela rió.

-No seas coqueta Daniela, vienes conmigo- le reprochó divertido, pero la mirada de Daniela se abrió al observar a un hombre alto y con rizos rubios.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora