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Londres, Inglaterra.

Mycroft, nunca creí que llegarías a tal extremoel mencionado rodó los ojos y cruzo las piernas.

Querido hermano, el gobierno británico necesita protección. Es por la seguridad de la corona.

—Sobre todo, tuya.

Aquel atentado fue casi perfecto, podrían poder haber robado esos documentos y matarme se defendió de forma inmediata.

Bueno. Podrías a ver contratado a un ex militar.— Sherlock examinaba con cuidado los documentos, arrogó el entrecejo.

¿Que es lo que no te gusta, Sherlock? — preguntó John.

Que trabajaba como asesina personal de narcotraficantes.

—¿Y eso te molesta realmente?

— ¡Por supuesto que no!. Pero algo no cuadra.— el sonido del celular de Mycroft los interrumpió.

Permitame un momento dijo de manera muy educada mientras salía a las escaleras. El medico se levantó y tomo una de las fotografías del archivo.

Se ve que es ruda bromeó — y además de ser muy bonitaopinó John hablando de la nueva guardaespaldas del gobierno británico.

Disculpen, tengo que irme Mycroft tomó su paraguas y se acerco a la puerta nuevamente.

¿Gregson se molestó de nuevo?

—Es Gregory y es algo que no te interesa, hermanito salió rápidamente del 221B y enfrente estaba un auto esperándolo, subió rápidamente.

Durante el trayecto a la casa del detective inspector Lestrade, estuvo pensando severamente en una sola solución.
Al llegar y tocar la puerta, se encontró a un Greg cansado y fastidiado.

Disculpame Gregory, tuve un asunto que arreglar con mi hermano y el doctor Watson

No puedo creer que hace tres semanas habíamos quedado de acuerdo para salir hoy y hayas dejado todo al ultimo reprochó la pareja de Mycroft.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora