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La mañana era algo acalorada, Daniela despertó enredada entre las sábanas satinadas color Borgoña,  estaba sola en la gigantesca cama, se sentó y miro por todos lados, se sentía adolorida y con jaqueca.
Tenía el pelo totalmente enredado, se veía echa un desastre. Vio que salió del baño Mycroft, con su bata y una toalla en sus manos, el la miro, solo levantó ambas cejas.

-Vamos querida, hoy será un día largo- dijo Mycroft dándole un n beso en la frente, ella solo asintió, se levanto de la cama envuelta en la sabana, iba directo al baño, hasta que sintió como se jalaba la sábana.

Oye!- se quejó Daniela tomando la poca tela para cubrirse.

-Por dios Daniela, después de lo que pasó en la noche, ¿te da vergüenza levantarte de la cama desnuda?- se burló Mycroft mientras jalaba más la sábana. Ella lo miró mal y entro rápidamente al baño.

El baño era enorme, todos los productos que ella usaba seguían acomodados en el estante,  su bata seguía colgada en el baño, ella sonrió y por fin tomo una ducha.

Ella al salir, encontró al hombre abotonando su camisa, su ropa como costumbre estaba en un pequeño sillón, ella sonrió más, esas cosas la hacían enamorarse más de ese hombre, por un momento su mirada quedó fijada a su ropa, se perdió en sus pensamientos, hasta que el tacto del inglés la saco de trance.

-No tardes querida, te necesito lista- le pidió Mycroft, dándole un beso en la mejilla.
Rápido se vistió, y se maquillo. No tardó mucho para bajar a la cocina y encontrar a Will en pijama aún, desayunando un plato de cereal, su tío estaba aún lado.

-¿Que tal la resaca, campeón? - dijo Daniela mirando al pequeño con sus rizos revueltos, y una terrible pereza.

- Necesito más leche- dijo el pequeño bebiendo el resto de su plato. Mycroft estaba leyendo el periódico. -Estoy sediento- Daniela fue a la cocina por más leche y de paso por un café.
Regreso al comedor y le dió el cartón de leche, el pequeño de inmediato y sin pensar bebió desde el tetra pack.
Mycroft quito el periódico de su vista y miro atónito al niño. El pequeño casi se ahogaba en leche, y por fin dió un respiro al dar el último trago, se limpio el exceso con la pijama.

-William- llamo su tío, hizo una mueca de desagrado.

-No vuelvo a comer tantos dulces- dijo el pequeño haciendo a un lado el plato para poner su cabeza en la mesa, Daniela solo le dió un enorme trago al café bien cargado.

Mycroft negó con la cabeza y siguió leyendo el periódico, una chica dejo los desayunos en la mesa, el pequeño no se movió mucho al llegar su desayuno

-¡Buenos días!- era Sherlock llegando de buen humor, saludó con un beso a su hijo, atrás de del el venía el doctor Watson.

-Buenas días, creí que nos veríamos en la morgue- dijo Daniela, dándole una probada al desayuno.

-Nope.- dijo Sherlock sentando a un lado de su hijo, le robó un poco de fruta de su plato, el niño parecía no importarle, solo quería terminar de comer para ir a su habitación para dormir.

-Al parecer Inglaterra tiene una crisis nerviosa, con el asesinato del primer ministro y la muerte del principe, todos los medios están como locos- dijo John con una mano tomando su rostro.

-¿Se murió?, Vaya, por fin- dijo Daniela.

- Todos los noticieros están esperando el informe del forense, Molly no ha podido salir de ahí desde anoche.- dijo Sherlock robando un poco de omelette de su hijo.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora