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Daniela estaba tranquila, mirando el espeso bosque mientras el sol caía, los niños estaban dentro de la casa durmiendo. 

Un tocadiscos viejo, reproducía la voz de All Green cantando Funny How Time Slips Away.
La mexicana cantaba en susurro, procurando no derramar alguna lagrima mas.

-Nunca te había escuchado cantar- dijo Sherlock, mientras se acercaba con una copa de vino para la chica, ella acepto la copa, pero no respondió a lo que dijo el moreno.

-¿Por que huyes siempre que te sientes insegura?- pregunto directamente, sentándose en la orilla de la escalera de madera. 

-Por que es necesario encontrarse- respondió, sin despegar la mirada del bosque, el giro su cuerpo para mirarla. 

-La potestad esta firmada, puedes llevarte a Will cuando quieras- Daniela se levanto de la silla, dándole un enorme trago al vino, Sherlock arrugo el entrecejo.

-¿Por que?- pregunto el mayor, mirándola desde abajo. 

-Por que...- ella tomo aire -Le pediré el divorcio a tu hermano- dijo segura, sin nada de miedo. 

-¿De que demonios estas hablando Daniela?- Sherlock se levanto.

-Regresare a México con la niña- la mexicana caminó hasta el pasto verde, estaba descalza.
-Somos una carga difícil para tu hermano, y yo no puedo sola con la niña. A pesar de estar rodeada de nanas y de personas que me ayuden pagadas por Mycroft... No me es suficiente, y eso es ser egoísta.- explicó Daniela. 

-Daniela, piénsalo mejor. Quizá no es la mejor opción- dijo Sherlock, tratando de que Daniela entrara en razón.

-Espero que guardes el secreto.- Daniela parecía estar cansada, solo le dio un beso en la mejilla y entro a la casa.

Estaban en la casa que habían comprado, creyendo que seria una buena opción para hacer crecer a su familia, pero los animales del bosque y las plagas estaban poniendo demasiado nerviosa a Daniela, por lo que decidieron volver a la mansión.

Sherlock fue detrás de ella.

-Dani, espera. Si el problema soy yo, no te preocupes prometo alejarme y dejarte en paz.- dijo Sherlock, tomándola del brazo.

-Tu no eres el problema Sherlock...- respondió, suspirando tomando su frente.
-Sera mejor que no intervengas- sentenció, mientras se soltaba del agarre de Sherlock.

-¡Daniela!- le grito para nuevamente tomarla del brazo y acercarla mas a el.

-No te vayas de mi lado, por favor.- suplico, ella sonrió cansada, y paso la palma de su mano por el fino rostro de Sherlock.

-Sherlock no tienes idea de cuanto te amo... pero si esta va a ser la ultima vez que vamos a poder estar juntos... hay que aprovechar- lanzo d manera directa, lo tomo de la mano y subieron hasta la habitación de invitados, era la habitación as pequeña y apartada de la casa. 

Ella lo comenzó a besar apasionadamente, y lo demás es historia.


[...]

La mexicana despertó en su habitación, eran las 6 de la mañana y apenas los rayos del sol estaban saliendo. La pequeña Madeline seguía dormida, ella sonrió al verla tan tranquila.

El sonido de su celular la alarmó, miro la pantalla tenía el nombre de su esposo, ella rodó los ojos y se dispuso a escuchar el próximo sermón.

-¿Dónde están? - procuro escucharse tranquilo pero con autoridad, la chica resoplo.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora