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Daniela estaba sentada en el pequeño sofa de la sala, tenia una manta en sus piernas mientras que tomaba su frente con su mano. 

Mycroft había salido a recoger a Will al jardín, pero una voz enojada se escucho de fondo. 

Daniela de manera inmediata se levanto y corrió a la puerta, en ese momento Mycroft tenia en sus brazos a su sobrino, pero detrás de el estaba Irene suplicando que le devolvieran al niño. Will  parecia asustado y el solo se aferraba a los brazos de su tio. Subieron las escaleras pero Daniela se cruzo en el camino de Irene  impidiendo que se adentrara mas en la casa.

-¡Quítate!- dijo Irene tratando de quitar la mexicana de enfrente, pero ella la tomo de los brazos. 

-Irene por favor, piensa las cosas y mejor regresa a tu casa.- dijo Daniela suavemente sin quitarse de enfrente. La mujer encaro a la mexicana, sabia que no era buena idea dar guerra a la morena, por lo que dio un paso atras. 

-En cualquier momento tendra que pasar, y no habrá opción- dijo para después darse media vuelta y salir apresurada.

Daniela  resoplo y cerro la puerta, se giro sobre sus talones y camino hasta la habitación de Will. Se asomo por el marco de la puerta y el pequeño ya estaba dentro de cama y Mycroft estaba sentado en la orilla de la cama.

-No quiero separarme de papá, ni de ustedes- dijo el pequeño mirando a sus padrinos, sus ojos estaban vidriosos y en cualquier momento saldria una lagrima de esos ojos tan bonitos.

-No te iras Will- dijo Mycroft con seriedad, abrazandolo para que todo mejorara. Daniela se acerco a ellos y paso su mano por los rizos de su sobrino. Mo entendia por que todo esto estaba sucediendo.

[...]

Daniela iba manejando la enorme camioneta, sus dedos estaban debajo de su barbilla, y su mirada estaba en el camino que recorrían. El pequeño iba en los asientos de atras. Iban en silencio, Daniela iba completamente de negro, no había podido dormir toda la noche, la culpa la carcomía. Ella se sentía culpable por el suicidio de Wagner, no podía quitárselo de la mente.

-Madrina se que siempre vistes de negro, pero hoy el color te hace ver triste. ¿Qué sucede?- pregunto el pequeño, y de inmediato Daniela se giro a verlo. 

-Nada pequeño, es el clima- dijo mirando de nuevo el cielo, gris obscuro.

Todo durante la noche había sido un caos, Mycroft no durmió en lo absoluto y Daniela cuido de Sherlock, pero en cuanto el menor de los Holmes despertó en la mañana Daniela decidió no entablar una conversación con el.

Irene había salido del país de manera casi instantánea, y ninguno podía dejar al niño al colegio a excepción de la mexicana, por lo que llegaron de manera rápida al colegio.
Daniela se estacionó y ayudo a bajar al pequeño, quién de inmediato vio a lo lejos a su mejor amigo, quién iba de la mano de su tío famoso. Daniela rodó los ojos, no quería hablar con nadie, por lo que cansada suspiró y camino detrás del niño, con su mochila en mano.

Daniela llevaba un vestido negro largo, y su abrigo, el color por alguna razón no hacían desaparecer su estómago, por lo que era fácil ver su embarazo. La piel de la chica era muy pálida y con un rostro terrible de cansancio, quería matar a todos pero la pequeña que crecía dentro suyo lo impedía.

La  mujer se agachó para mirar al pequeño y Will la miro con mucho amor. Ella colgó la mochila sobre sus hombros y le dió la pequeña lonchera.

-Madrina, te amo mucho. Si sigues triste le va a hacer daño a mi prima- dijo el pequeño, acariciando el vientre de la morena, ella lo tomó por sus mejillas y le dió un beso en la frente. El pequeño se giró sobre sus talones y corrió detrás nuevamente del pequeño.

The Cold Coagula || Mycroft Holmes ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora