Hola. Os traigo un texto un poco distinto, pero me vino la inspiración y me apetecía escribir.
"Es increíble la habilidad de olvidar de las personas. Un día quieres algo, al siguiente te cansas y lo olvidas, exiliando a esa persona en la cárcel de la soledad."
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"Ella es Nerea. Nerea tiene unos buenos padres, profesores y amigos; hasta tiene una linda gata; en resumen, tiene gente que la quiere. Le gusta leer y oler rosas por las mañanas, mientras camina descalza sobre el frío rocio vespertino. Una vida feliz.
Pero su vida está a punto de cambiar totalmente.
Se despierta como todas mañanas y golpea somnolienta el despertador, como cada mañana. Tiene todo el día planeado, lo que no sabe es lo mucho que cambiará su vida en pocas horas. Se levanta, tras remolonear brevemente en la cama, y se dirije a la cocina. Baja los escalones de dos en dos, risueña, entra a la cocina y saluda a sus padres.
Tras desayunar se dirije, como cada mañana, al instituto. Es ahí donde comienza el problema.
Empieza como un lijero dolor de cabeza. Despues se extiende por el resto del cuerpo, poco a poco, como un tigre acechando a su presa. Despues una punzada en el pecho, pese a todo esto ella no se alarma. Entonces el dolor comienza a ascender, junto a su temperatura. El dolor se vuelve insoportable, se desencadena como un incendio en un bosque virgen en medio de la nada. Nota cada célula de su cuerpo retorcerse de dolor. Hasta que se desmaya.
Se despierta en una sala límpida la vista, totalmente blanca. Aun nota un ligero dolor pero menor, al principio mil preguntas se le acumulan en la mente; pero todas ellas son eliminadas al ver entrar al silencioso y serio doctor, el cual le administra un suero; ya no recuerda nada más. El suero la duerme.
Vuelve a despertar. Está en la misma sala, pero esta vez le agrada ver que son sus padres quienes la acompañan. Lo que no le agrada tanto es el rostro de su madre, descompuesto, como si llevara llorando toda la noche debajo de una patética capa de hipócrita maquillaje. Entonces le dan la noticia.
No saben bien lo que es, parece una rama de la leucemia. Pero mucho peor. Mucho mas rápida, dolorosa y terminal. Al principio esta demasiado confundida como para reaccionar; y después a noticia le da igual, por que solo piensa en que el dolor a vuelto.
Despierta una vez mas en la misma sala blanca. Llama a una enfermera, y le pide desesperada la hora. Lleva ya 16 días en esa puñetera prisión. Se quiere levantar, pero no se lo permiten.
Pasan los meses y el estado de Nerea solo va a mejor, aunque tiene que seguir ahí, exiliada en su pulida y blanca celda. Pero siguen pasando los mese, y sigue sin poder salir, las visitas de sus amigos ya son mínimas, y un día su madre llega. Sola. Sin su padre.
Su padre también se ha cansado. Y lo comprende. Se ha cansado. Se ha cansado de su princesita.
Se ha cansado de los problemas de su princesita.
Ese es el ultimo día que ve a su madre.
Siguen pasando las horas, y los días, semanas, meses. Incluso me atrevería a decir que un año. Un año sola, exiliada, olvidad. Un año en la mas profunda soledad.
Pero por otro lado, aunque eso no la anime, su salud va mejorando poco a poco, y ya le hubieran dado el alta, si tuviera un tutor que se encargara de ella, claro esta. Pero no lo tiene. Todo el mundo se ha cansado de sus problemas.
Y así pasa el tiempo. Un día lee, otro ve la tele. Y así cada rutinario, infeliz y efímero día de su vida.
Hasta que ocurre.
Vuelve a notar las llamas en su cuerpo. Como sus huesos se quiebran de puro dolor. Su temperatura subir y sus cuerpo retorcerse. Nunca le había dolido tanto. Piensa en alertar a una enfermera, pero ¿Para que? Ya no le quedan razones para seguir, por que iba a seguir luchando cuando todo el mundo la ha abandonado? No, estaba cansada. Simplemente cerro los ojos y noto como sus músculos se destensaban. Como bajaba la temperatura bajaba y el dolor abandonaba su cuerpo.
Su ultimo pensamiento fue que no volvería a oler una rosa.
Jamás"