XI- Dolor

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La verdad es que me gusta el dolor. Me gusta esa sensación de gozo y sufrimiento cuando siento la cuchilla deslizándose sobre mi frágil piel. Me gusta la sensación de quemarme bajo el agua de la ducha. Y clavarme los dientes en las manos, hasta sangrar, dejando marcas como si fuera una bestia, y no una persona. Tal vez sea algo masoca. Tal vez este enfermo.

No lo sé.

Lo único que se es que me gusta el dolor. Me recuerda que es sentir. Me recuerda que estoy vivo. Y me agrada pensar que el sufrimiento real puede deslizarse fuera de mi cuerpo por las cicatrices de mi cuerpo, cayendo hasta el frío suelo, transformado en sangre. Realmente, me agrada la idea.

Pero aun así, se que ese no es dolor de verdad, no, las cicatrices no son el dolor de verdad. No. El dolor de verdad es ese que te oprime el pecho con cada puñalada. El dolor real es el que sientes cuando alguien al que quieres te abandona, sin mas, cansado de ti. Olvidado.

Y es eso de lo que hablo, un dolor sustituye a otro; y, sinceramente, prefiero el de las cuchillas, ese al menos cicatriza.

El otro no.

Se queda ahí,

Para siempre.

Lágrimas, sangre y tinta.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora