El cielo y el infierno se unen una vez mas en un cálido beso, rompiendo los esquemas de mi mente, fragmentando las esquinas de la sala branca e implosionando en miles de colores atrapados por años en el rayo de luz blanca que parte mi alma a la mitad, quebrándome en miles de fragmentos que recojes poco a poco en el océano azul.
Mientras yo rezo por sentir una vez mas el ritmo de tu cuerpo sobre mio, como los rayos azotando el sumiso mar en el caos de mi desequilibrada mente, quemandome, destruyendome de la manera más placentera posible fragmento a fragmento.
Fumo palabras superficiales y las escupo como poemas de esta sociedad muerta, camino entre tumbas olvidadas y jaulas de cera. Danzo en la oscuridad y me libero la noche entera. No podre sostenerlo mas.
Si este es mi futuro quiero que cabe ahora. No aguantare mucho mas.
Sigo jugando en la casa llena que me hace sentir tan vacío, el show no podrá continuar mucho tiempo, se me quiebra la mascara y la locura se destapa y quema mi piel, rasgada como un plato roto y fria como el hielo que llena mi corazón muerto como un moratón, pintando mi pecho y dibujando con sangre violeta mi piel, llenandome como el agua entrando en los pulmones de un naufrago perdido, que desmorona mis castillos de arena de un solo soplido.
Simplemente arde.