No puedo llorar.
Ya no puedo, es como si se me hubieran agotado las lagrimas, se niegan a salir.
Me derrumbo y sonrío, me doy tanto asco que me hago gracia. Cada milímetro de mi cuerpo, cada angulo de mi personalidad me da nauseas. Nunca pensé que pudiera odiar tanto algo.
"Doy asco" me repito una y otra vez en mi cabeza, pienso en las mil mierdas que me han ocurrido, pero aún así no puedo, ni una lagrima, un rostro cansado, roto como la porcelana, pero nada mas. Noto las lagrimas brotar de mi mente pero no correr por mis mejillas, en sequía desde hace años, como si hubiera dejado de sentir, aquí estoy, sufriendo, roto, mientras todo el mundo que que soy de piedra, pero yo, frio como el hielo y roto como la porcelana, sufro, y me derrumbo, me hundo cada vez mas en mi egocéntrica y penosa miseria.
No encuentro ya vías de escape, aprendí a llorar por mi piel lo que mis ojos ya no pueden, he destrozado cada milímetro de mi asqueroso cuerpo, deformado por cicatrices, que dejan salir el dolor fuera de mi como un río rojo. Simplemente quiero hecharme y poder llorar de nuevo, liberar todo el dolor, que se acumula y atasca dentro de mi mente, atormentandome, sin dejarme dormir.
Llorar no deja cicatrices.