Cierro los ojos y me inundo en las sombras de mi paraíso oscuro. Vago en la oscuridad de mi mente y me pierdo entre los pasillos de mi dolor.
Danzo en la oscuridad y me columpio bajo la lluvia del perfecto orden de mi kaos mental. Un kaos eléctrico y químico de se extiende por mi cuerpo, me quita la fuerza y me ininda de dolor.
Abro los ojos y recorro mis huesos en la oscuridad, los rasgo con mis uñas como una bestia encarcelada, deseosa por correr bajo la Luna, reina de la noche.
Abrazo las tinieblas imaginando tu cuerpo, aún marcado sobre el colchón, perfectamente ausente y presente al mismo tiempo. Ausente entre mis brazos, pero su presencia perdura sobre mis labios, aun siento la presión de tus labios desnudos sobre los mios, tu suave aroma llenandme, anclandome al suelo, dandole un destino, una meta al cuerpo vacío que soy.
Por que es lo que soy. Solo soy un cuerpo más, vacío, a la deriva en este vendaval. Río,lloro, sonrío falsamente y marco mis muñecas; pero realmente ya no siento nada, tu me llenaste, me hiciste sentir de nuevo el frío del infierno y el calor de mis lágrimas, el frío de tu aliento y el calor de tus besos. Y todo eso se va apagando, igual que unavela con su cuerpo drretid, quemado por si misma, nestro amor se va apagando, y me pierdo de nuevo.
Me siento perdido otra vez, muerto, igua que antes de encontrarte ahí, entre mis sabanas, con tus muñecas manchadas con tu pro propia sangre y lagrimas recorriendo tus mejillas.
Tal vez fueras débil, pero tu me salvaste.