Capitulo Dieciséis

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<<Como voy a explicarte que te convertí en lo que más odiabas, pequeño soñador te convertiste en un maldito estafador >>

Regreso de su letargo, no tenia idea de que hablaba el profesor frente a ella, miro de reojo a su amiga quien dormía plácidamente en la banca, Anthony formaba pirámides con sus útiles escolares, aun sosteniendo su pluma para tomar apuntes, los recuerdos la abrumaban, si bien Harry le había contado tantas cosas de su vida, había compartido momentos que no había compartido con nadie mas antes aun sentía como si fuera un extraño para ella, porque su cabeza era un lio y sus sentimientos también, no le quería, pero le preocupaba su bienestar, no estaba enamorada de él pero lo deseaba seria estúpida sino lo hacia, pero ¿cuáles eran los riesgo? Prenderse de él después de entregarse tanto que le doliera que no la amara, quizás podría desaparecer su fijación, quizás... bufó exasperada, era un chiste andando, tenia un marido al que no permita tocarla, un hombre por el que muchas mujeres matarían en especial las de su edad... pero es que Harry parecía el cielo mismo y se sentía como el mismísimo infierno, de solo imaginarlo...
—Daisy—Escucho para luego reaccionar asustada—Es hora de irnos, quiero un sándwich de pavo muero de hambre—Le dijo Ciara tomando sus cosas—Te pagare el tuyo ya que te deje en la fiesta
—Olvídalo ya, no paso nada Harry se desespero y fue a buscarme—rio saliendo del aula —Eso si dice que no volverá a confiar en ti, no es para menos me encontró ebria —Se ruborizó—en su vida me ha visto de esa manera fue vergonzoso —Le confesó mientras caminaban hacia una cafetería cercana, colocaba su largo cabello en un moño suelto sobre su cabeza—estaba histérico debiste verlo Ciara estaba furioso
—Eso pasa por no invitarme par de traidoras—Anthony su moreno amigo les dijo antes de irse
—Lo sentimos— gritaron al unísono pero el ya estaba lejos
—Seguro todo tuvo un final feliz, es decir no hay nada mejor que eso—rio con ganas mientras se sentaban en una de las butacas del ventanal—Si sabes a lo que me refiero—le guiño el ojo a su amiga quien se sonrojo rápidamente meneando la cabeza
—Que cosas dices Ciara—su amiga soltó una carcajada antes de que la mesera se acercara a tomar su orden—Durante la fiesta tuve tanto recuerdos, tantas memorias llegaron a mi que me pusieron melancólica sabes —Explico a su morena amiga mientras miraba sus uñas instintivamente para después volver a su amiga
—Lo supuse cuando mirabas la distancia como siempre lo haces cuando lo recuerdas... vaya Daisy han pasado años, tienes a un hombre como Harry en tu cama y aun te aferras al pasado—suspiro cansinamente—Como dices es solo el recuerdo cierto
—Si no lo malinterpretes—mintió como ya estaba tan acostumbrada—es solo que a veces me pregunto en que habría terminado—Miro a los cubiertos sobre la mesa—Eso es todo...recuerdos y nada mas
Ciara tenia razón quizás lo único que necesitaba es concentrarse en lo que tenia ahora, no en lo que pudo tener, Harry le ofrecía tantas cosas, no amor... pero si un escape un olvido, una salida o como le gustaba llamarlo a él una "distracción" quizás había pasado todos estos meses impidiendo algo que ni siquiera ella quería detener, quizás la próxima vez que Harry se proponga seducirla ella no se atreva a decir que no...
Las estrellas intentaban brillar a través del oscurecido cielo, la penumbra reinaba en la ciudad, tan helada por la estación que era de locos asomarse fuera de las cubiertas de la cama, una ráfaga de viento la despertó de su sueño, el cuarto estaba helado, miro el reloj que marcaba las dos de la madrugada, miro a su lado y el cuerpo de su marido no se encontraba, fijo su vista en el balcón abierto del cual se colaba el humo del cigarrillo, se levanto de la cama, detestando el hecho de no haberse puesto una pijama de franela, lo vislumbro a la distancia, solo vestía pantalones de pijama, su cabello estaba revuelto y desordenado, exhalaba el humo intentando relajarse
—Esta helando Harry—Se atrevió a hablar obligándolo a volver la vista, su rostro se relajo al verla— ¿Te pasa algo?—Cuestiono saliendo por completo al balcón
—No podía dormir—Dio una ultima calada a su cigarrillo antes de tirarlo para volver a encender uno nuevo—Lo extraño es que no tengo idea del porque—Sonrió para después dedicarse a observar la ciudad, cierto era que el vecindario era tranquilo durante la madrugada— ¿Te desperté? Lo siento no debí dejar la puerta abierta pero es que... siento terror de quedarme aquí afuera—Confeso dándole otra calada a su cigarrillo— Vuelve a dormir
—Estoy bien—le aseguro acercándosele, sus ojos se veían cansados oscurecidos por alguna razón, debajo de ellos se formaban pesadas bolsas de cansancio, pero es que parecía tan distante— ¿Tu lo estas?—Cuestiono casi temerosa, su mirada no le decía nada bueno, su semblante se lo aseguraba
—Tuve un mal sueño eso es todo—Le dijo terminando el cigarrillo—Debe ser el trabajo—Daisy no dijo nada simplemente se le acerco, tomo su mano libre entre la suya tomándolo por sorpresa, obligándolo a mirarla
—¿Fue muy feo a caso?—Cuestiono con un hilo de voz, el suspiro volviéndose completamente frente a la menuda chica de largo y alborotado cabellos, ella le sonrió tímidamente a lo que el respondió posando su cabeza en el hombro derecho de la chica para después abrazarla por la cintura—Solo fue un sueño...
—Solo un sueño—Le dijo a la chica quien respiraba tranquilamente, algo dentro de él ardía, un malestar se apoderaba de su cuerpo—Gracias—Le dijo levantando su rostro, ella volvió a regalarle una sonrisa esta vez más grande
—Para que estamos las esposas—rio como mofándose de la situación, él sin embargo pudo leer en sus ojos que la situación la agobiaba— ¿o no?
—Mi esposa...—Susurro satisfecho, mirándola fijamente a los ojos, cohibiéndola como siempre, provocándole un nerviosismo inexplicable
Sus miradas chocaban la una con la otra, el mezclado esmeralda del rizado contra el musgoso verde de la jovencita, tan pequeña, tan nerviosa, sin embargo bajo esas largas y gruesas pestañas algo ocultaba, algo deseaba, era tan fácil de leer, de descifrar, sin pensarlo dos veces estrello sus labios contra los de ella tomándola por sorpresa, pero no por mucho, pronto entrelazo sus brazos alrededor del cuello de su marido, no era un beso delicado o meloso, era uno necesitado como los que a él le encantaba desplegar, demostrándole una y mil veces que si bien no había amor, había química, chispa... algo
—Este... quieres que te prepare un té, leche tibia algo por el estilo—Se separo la chica nerviosa provocando una leve risa por parte del muchacho—Es decir para calmarte
—Estoy bien gracias, quizás es la época— se sentó en una de las sillas del balcón, tomo el cigarrillo que había dejado a un lado y volvió a colocarlo entre sus labios—Ya sabes con estas cursilerías de la época—Se recargo en la silla para mirar a la chica que seguía de pie mirándole— ¿Te pasa algo?—Pregunto soltando el humo para después dedicarle una leve sonrisa sospechando el porque de su retardo, sin embargo no dijo nada y se dedico a mirarla un par de segundos ahí de pie indecisa, un tanto aturdida— ¿Ya comenzaron los exámenes?—le pregunto intentando desviar la atención de la chica quien permanecía mirando la vista que el balcón ofrecía
—Aun falta, primero será acción de gracias si mal no recuerdo falta aun una semana, aun tengo que elegir unas cuantas cosas para el periodo primaveral, después las clases terminaran, últimos trabajos, el periodo de acción de gracias, cinco días después es el periodo de registro para los graduandos, y ahora si los exámenes finales—Hablo rápido, intentando recordar todo lo que tenia que hacer justo antes de poder salir de vacaciones
—Wow, eso se escucha a bastante trabajo, agenda ocupada ¿no es así? —Ella asintió para después tomar asiento en la silla de a lado —Solo espero poder graduarme, ya sabes últimamente no se donde tengo a cabeza—Suspiro estresada, él podía ver como todo aquel asunto la desgastaba, desearía haber sido la mitad de dedicado en sus tiempo, lo de él era simplemente suerte, no había necesidad de matarse todo quedaba con facilidad en su cabeza, los negocios para él eran cosa fácil o eso creyó hasta que entro al mundo real donde la escuela es totalmente obsoleta en cuanto al mundo que se mueve, Daisy parecía genuinamente estresada, quizás para ella no era tan fácil
—Cuando quieras puedo ayudarte a estudiar, aunque la enfermería no es lo mío, si soy bueno para que la información se quede en mi cabeza—Tomo su delicada mano entre las suyas— Que tan difícil puede ser aprender algún procedimiento
—Gracias... lo apreciaría—Sonrió aliviada—Soy demasiado distraída, y quiero hacerlo bien ya sabes mantenerme en bueno niveles—Se acerco un poco al rizado muchacho que dejaba la baca de su cigarro en el cenicero—Si logro ser una de las mejores podre ingresar al John Hopkins y de verdad quiero trabajar ahí—le confeso, por primera vez el averiguo cuales eran las verdaderas aspiraciones de aquella chica que llamaba su esposa lo cual le resultaba irónico
—Eso seria increíble Daisy—Apretó su mano levemente—No conozco muchas enfermeras pero seguro tu eres una buena por mas torpe que seas querida—Ella asintió entusiasmada como si de un cachorro se tratara—Sin embargo ya sabes que ahora eso no debe preocuparte, si puedes lograrlo adelante hazlo pequeña, pero si no lo consigues no es motivo de perdida—Daisy escucho atenta, parecía bastante serio y quizás maduro para ser ciertos—Lo importante es que diste lo mejor de ti para conseguirlo, además siempre puedes vivir tranquila sin trabajar sabes que a mi no me molesta
—Gracias Harry, es bueno saberlo—Se levanto de la silla acomodando su bata para dormir para después acercarse y colocar un beso en su mejilla obligándole a sonreír por el gesto—Me iré a dormir estoy exhausta y tu deberías hacer lo mismo
—Entro en unos momentos—Le aviso y ella simplemente asintió para entrar y acurrucarse en las mantas, cerrando los ojos obligándose a dormir aun pensando en aquella demostración de afecto por parte del ojo verde, el cual se encontraba aun en el balcón, saco su teléfono celular, miro la hora que marcaba las tres con treinta minutos, busco entre sus archivos para encontrar la foto que buscaba, la miro con cierta nostalgia aquella imagen mostrándolo a él tan joven con apenas diecisiete años recién cumplidos, su cabello completamente rizado, parecía tan inocente pensó para si mismo, pero que forma tan relajada para vestir, suspiro al ver las personas que lo rodeaban en aquella fotografía—Con que cara te voy a decir que te convertiste en lo que más odiabas amigo—hizo zoom a la imagen—Dime... ¿Lo entenderías? Nuestra desesperación, nuestros miedo... nuestros actos —Deslizo la imagen para encontrar otra con Robín y su madre, parecían felices, Gemma estaba a lado de su madre y él a lado de Robín, ese Harry aun más joven sonriendo tanto que sus ojos se hacían pequeños, su padre lo abrazaba afectuoso—Perdóname... de verdad lo siento y lo lamentare hasta el ultimo día de mi vida...
Entro a la habitación cerrando la puerta del balcón, dejo su teléfono en la mesita de noche apago las luces y a tientas se metió a la cama donde su esposa dormía plácidamente, cubriéndose con las matas tomo en sus brazos a la joven quien se acomodo rápidamente, le dolía el pecho, el alma y la coincidencia, enterró su rostro entre el cuello de la mujer de cabellos oscuros obligándose a dormir, a borrar todos sus recuerdos por unos momentos.

¡Qué intriga! ¿Porqué se lamenta el Harry?

Espero les gustara mucho el capitulo, el viernes subiré el siguiente :)

Les mando un abrazo grande y mil gracias a todas las que apoyan mi historia

The Deal [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora