<< Algo dentro de mi me previene... me advierte que se avecina un desastre, no sueltes mi mano y en cuanto veamos el huracán sácame de aquí>>El temido día de acción de gracias había llegado...
Caminaba desesperada por la habitación mientras acomodaba su desordenado equipaje, sus manos temblaban y sentía deseos de devolver el café que tuvo por desayuno, detuvo su maniático caminar tomando asiento en la cama recién hecha, respiro hondo pero no le ayudaba ¿Quién demonios dijo que eso funcionaba? Odiaba a Harry por tener que ir a la oficina a resolver unos asuntos justo en ese momento cuando en ese preciso momento tenia un ataque de ansiedad, cerro las manos con fuerza tornando sus nudillos blanquecinos, miro alrededor todo inmóvil, en su lugar como siempre
—Puedes hacerlo... estas exagerando como siempre—Se dijo a si misma mientras cobraba compostura levantándose de la cama y cerrando el equipaje de una vez por todas—Tu puedes Daisy
Dijo una ultima vez mientras entraba al armario buscando un atuendo decente para ir a casa de sus padres, pero es que ahora todo era diferente ¿Por qué? Por el simple motivo de que era su primer día del pavo como una mujer casada... pequeño detalle, miro la maleta de mano de Harry ¿Cómo podía ser tan organizado? Se pregunto mientras colocaba todo cerca de la puerta, sus pies helados por el frio de la duela se dirigieron a la cocina donde empaco la comida que había mandado preparar, pronto no tenia más que hacer, todo estaba listo tomo asiento en el sofá frente al televisor encendiendo el aparato, habían pasado severos minutos antes de escuchar la puerta abrirse, no se molesto en volver la mirada sabia de quien se trataba
—Daisy compre unas cosas para el viaje no estoy seguro de que...—callo al verla absorta en la televisión que transmitía un ridículo infomercial— ¿Tan trastornada te tiene el día del pavo? Es hasta mañana nena
—Tengo un presentimiento...
—Yo he tenido de esos—Se ríe mientras se sienta a su lado, ella se vuelve a mirarlo con los ojos llenos de preocupación
—Siento que algo malo pasara, siempre tengo de esos cuando algo me mortifica—Le aseguro acobardada, su mente estaba haciendo excusas para no ir a casa de sus padres—Podemos ir a algún restaurante, es más puedo intentar cocinar aquí y... después vemos el juego—Era la segunda vez en el día que intentaba convencerlo de quedarse
—Daisy voy a poner todas las cosas en la camioneta, te voy a dejar sola al menos diez minutos quiero que te tranquilices y—Se levanta del sofá—Dejes de ser tan paranoica nada sucederá
Y así lo hizo se encargo de subir todo lo necesario, tardo alrededor de quince minutos en total, los mismos en los que ella intento guardar compostura y recuperarse de la ansiedad que esa situación le causaba, se dijo a si misma que estaba exagerando nuevamente, cuando Harry abrió la puerta llamándola para que lo siguiera ella lo hizo sin chistar, lo miro rápidamente como vestía uno de sus pantalones negro usuales junto a una playera negra de cuello en v, sobre ella una chamarra de lana color bronceado y en su cabeza un gorro negro dejando algunos rizos rebeldes salir dándole marco a su rostro, camino junto a él hacia el elevador vació, él le dedico una coqueta sonrisa intentando animarla ella asintió y beso cortamente sus labios antes de salir y emprender su viaje hacia Silver Spring
La casa de sus padres se poso frente a ellos, tan cuidada como siempre el árbol frente a ella comenzaba a mudar las hojas lentamente, la cochera estaba llena así que estacionaron justo en frente, todo el viaje él había entretenido su mente con sus insinuaciones o cuestionándola sobre la escuela para distraerla pero ahora ya no podía hacerlo
—Estamos aquí nena, tranquila—Se acerca tomándola delicadamente del rostro obligándole a mirarlo—Si algo anda mal solo jala mi manga y te sacare de ahí con cualquier excusa para que te recuperes ¿trato?
ESTÁS LEYENDO
The Deal [H.S]
Romansa-Tus razones son más nobles que las mías Daisy-volvió a colocar su cabeza en el cuenco de su cuello inhalando su olor, disfrutando del momento, avivando las chispas entre ellos, podía sentirla estremeciéndose -No debes temer Daisy... no te haré daño...