The Deal [H.S]

Capítulo Cuarenta y uno

<< Siempre que quieras huir, regresa a casa>>

—Richard regresó.

—¿Qué? —Pregunto aun sosteniendo a su mujer en brazos —¿Y qué sucedió?—preguntó él con una aparente calma, pero sus ojos que al llegar eran tan claros como el agua verde de cualquier estanque se tornaron oscuros completamente

—Regreso...—repitió ella lo obvio intentando restarle importancia, él permaneció en silencio esperando que ella agregara algo pero no lo hizo, permaneció en silencio mientras bajaba de él para caminar hasta la cocina pretendiendo estar ocupada con la cena como si lo que acababa de revelar fuera un asunto sin relevancia alguna

—Eso ya lo dijiste, lo que yo pregunto es ¿Qué sucedió al volver él?—Re formuló su pregunta, a lo que ella continuó en silencio, la siguió hasta la cocina con la paciencia en solo una delgada línea — ¿Que hiciste mujer?—elevó un poco la voz en la última palabra provocando que ella saliera de su trance en el que se encontraba.

—Nada... nada de verdad yo solo...—Se encontró con la dudosa y dura mirada de su marido, la conocía bien él podía incluso oler sus miedos y mentiras, no sabía cómo lo hacía pero así era por mucho que ella odiaba ser tan transparente ante él –De verdad que no cambia nada, queria decírtelo porque me pareció importante que estuvieras al tanto.

—Daisy...

Su voz reflejaba su angustia, no quería admitirlo pero por alguna razón su corazón se apretujaba al verlo tan consternado por simples palabras, parecía más alto ahí parado tras de ella, con la faceta de estar tranquilo cuando en realidad seguramente estaba a dos de explotar, no lo culpaba pero no quería que sucediera

—No pasó nada, mi hermano estaba de misterioso sin querer contestar mis llamados, tenía que verlo para esto de las galletas entonces... —Contaba intentando irse por las ramas pero Harry seguía mirándola en silencio junto al fregadero se había alejado de ella para observar su imagen completamente — Salí de mi segunda clase y ahí estaban los dos juntos.

—¿Y?—Insistió al ver como ella callaba nuevamente, dentro de si podía sentir como la furia se extendía por su cuerpo y un sentimiento nuevo que en su vida había sentido con tanta intensidad... celos

—Es decir todo pasó tan rápido, no lo esperaba, llegó —Hablaba rápido mirándole a los ojos porque sabía que Harry odiaba que lo esquivara —Me abrazó dijo que por fin había regresado, es decir como si nada hubiera pasado—Su voz recobró la fuerza que le faltaba y continuo— Les dije que no iba participar en ese teatro y me fui.

—¿Y qué cambio?—preguntó él en un murmuro como si estuviera temeroso de la pregunta misma, noto como una de sus manos temblaba ligeramente.

—¡Nada! ¿Qué va a cambiar?—Guardó silencio, él intensificó su mirada sobre de ella esperando una respuesta que satisficiera ese hueco que se formaba en su pecho y estómago —¡Nada! Te digo — Insistió bajando la mirada, cerrando los ojos incluso cuando escucho el sonido de algún objeto de la vajilla azotar contra la pared más cercana a él, cuando abrió los ojos observó que era el vaso lleno de agua hecho añicos en el suelo

—¡Vaya! Justo hoy pensé que había sido un buen día —Lanzó una falsa carcajada antes de tomar con fuerza su cabello, intentando controlar su temperamento lo mejor que podía, Daisy lo miraba mordiendo su labio inferior nerviosa, todo dentro y fuera de su esposo estaba tenso.

¿Qué cambiaba? Preguntó él, pero no tenía la respuesta por que estaba segura que quería a Harry, es decir fue el primer hombre real en su vida no un juego de niños aunque todo empezó pretendiendo no ser nada serio, pero ¡Dios! Estaba en conflicto, todo parecía una jodida pesadilla, la actitud de Richard le decía que no volvía a desterrarse y quedar como su ex novio.