The Deal [H.S]

Capitulo cuarenta y dos.

<< Existen batallas en las que solo debo dejarte pelear y esperar... si regresas triunfante celebraré contigo, si no es así curare tus herida y te preparare para que vuelvas a levantarte>>

Dejo salir el aire que contenía, después del tratado de silencio que su hermana le había extendido por una semana entera ahí estaba frente a ella, quien lo miraba a través de la mesa en el pequeño café que la había citado harto de todo ese drama innecesario según sus palabras, eran parecidos físicamente y por lo visto también en sus obstinaciones, los ojos verde musgo de su hermana contrastaban con los suyos azules brillante como los de su padre, en el pasado todos juraban que podían hacerlos pasar como mellizos si así lo quisieran.

—Me alegra que estés aquí—Había incomodidad en el ambiente, era su hermana y de pronto no sabia como dirigirse a ella —He querido hablar contigo desde... bueno ese día.

—Te escucho —Por alguna razón odiaba verla así, tan obstinada, envalentonada por alguna extraña razón como si ese fuera su armadura contra cualquier conflicto posible

—Entiendo que este enfadada, pero de verdad—Alargo la mano para tomar una de sus pequeñas manos —No tuve nada que ver con que Rick volviera, lo digo sincero ese día llamo a mi teléfono diciendo que me esperaba en la entrada ¿Qué quieres que haga? Es mi amigo

—Y yo soy tu hermana—Sentencio—A lo largo de los años, fuiste a visitarlo, están en contacto continuo pero no pude decir nada al respecto—la camarera llego con su pedido que constaba de dos café con leche —No me importaba en realidad porque pensaba que todo era mi culpa

—No es eso Daisy —Intervino Thomas apresurado—Lo que quiero decir es que...

—No fue mi culpa, al menos no enteramente —Hablaba sin importarle lo que su hermano tenía que decirle—Se que me culpaste porque las cosas se fueron a la mierda en aquel entonces, se que lo hiciste

—Éramos más jóvenes —No lo negó, y eso calo en su hermana —Sabes que todo fue demasiado rápido, que todo fue tan drástico que no pudimos parar a analizar nada

—Pero eso no te impidió buscar un culpable, eso no te impidió tomar rápidamente su lado—Esa sonrisa cínica volvió a aparecer en su rostro —Eso me hirió sabes

—Claro que no tome su lado, le partí la cara apenas lo vi—Le dijo enfadado—No podía creer lo estúpido que fue y te arrastro con él, lo culpe a él entiende...

Su hermana levanto una de sus cejas como no creyendo lo que Thomas decía, él solo quería volver a ser pequeños para darle una bofetada y quitarle aquella foránea expresión de su rostro ¿Quién era ella? Y ¿Qué había hecho con su hermana? Bufo exasperado

—Fuiste tu quien me dijo todo, él ni siquiera quiso defenderse, no hablo mal de ti o me dijo la verdad acepto toda la culpa sin miramiento alguno, todos hubiéramos creído que fue su culpa si tu y mamá no hubieran dicho la verdad—la expresión de su hermana fue suavizándose lentamente, como bajando las defensas para escucharlo realmente.

—Y después de ello tomaste su lado—Volvió a remarcar, la confesión no la descolocó simplemente deseaba escupirle a su hermano todo el veneno que tenía dentro  —Tu presenciaste  mejor que nadie cuanto me dolió, cuanto sufrí, tuve que volver a cruzar el ultimo año, yo fui quien perdió todo pero todos compadecieron al buen Richard porque fue él quien se sacrifico, quien tuvo que dejar a su familia—Callo un momento intentando recobrarse a si misma, evitando derramar las amenazante lagrimas que se acumulaban en sus ojos, pero no iba a mostrarse débil, no en esos momentos tan imprescindibles— ¡Mi familia me dejo a mi! —Elevo la voz provocando miradas, aquella ultima frase su hermano lo sintió duramente en el pecho —Todo hablaban de cómo aquella chica Rochester desgracio la vida del pobre chico Jones, tan tranquila que se veía y en realidad esta loca, pobre chico sabrá Dios  que mas le ha hecho esa chica ¿Creen que era sorda? ¿Qué era ciega? —Recordaba todas esas murmuraciones a su alrededor, las personas podían ser especialmente crueles cuando era la oportunidad de hablar de la desgracia ajena.