Una niña de 13 años estaba en la azotea de su casa disfrutando de la brisa que le brindaba el día, a pensamientos de la chica era el momento perfecto para simplemente dormir.
—Ahh esto es vida...—Susurró Mei, sentía que estaba olvidando algo importante, pero ya que no podía recordarlo no podía ser tan importante, ¿verdad?
—Si, es un día grandioso para no hacer nada, y más si olvidas que tienes una cena con tus abuelos. —Dijo una voz con un tono bastante tranquilo parecido a su propio tono de voz.
—Ahh eso es lo que estaba olvidando, igual no es tan importante puedo verlos otro día...—Dijo Mei todavía en la misma posición aún conservando la tranquilidad en su voz.
—Por supuesto, no es tan importante.—Volvió a decir aquella voz tan parecida a su madre.
Mei asintió con aquella voz en su cabeza completamente de acuerdo, hasta que finalmente sus dos neuronas hicieron sipnasis y abrió los ojos con temor.
Una mujer de largo cabello negro recogido en una coleta baja con un tono de ojos azul bastante único con claramente ropas ninjas, su querida madre estaba con una sonrisa que solo prometía cosas malas, con su hermano menor detrás de ella solo mirando entre ambas.
—Mamá...—Mei intentó dar su mejor sonrisa. —Por supuesto que no lo había olvidado...
—Por supuesto, y es por eso que irás con tu padre para darle esto. —Su madre le dio una mochila sin esperar la respuesta de su hija.
—¿Qué? ¿Otra vez lo olvidó? —Se quejó Mei tomando la mochila entre sus manos.
—No eres la indicada para decir algo nee-san. —Dijo su hermano divertido escondiendo sus manos en sus bolsillos ante la molesta mirada que Mei le dirigió al menor.
—Que problématico...—Susurró Mei.
—Los esperaremos en el complejo Nara, no lleguen tarde. —Con esas palabras su mamá se despidió y bajó de la azotea con Naoto junto a ella.
Mei soltó un suspiro y se levantó tomando la mochila para saltar entre las casas cercanas y tomar un atajo hacia la Torre del Hokage, no hace unos meses que su padre ha sido nombrado el séptimo y eso ha ocasionado que pase menos tiempo en casa, por ende se vuelve mucho más dificil verlo, pero ese no era el único problema, también lo es que su papá es un olvidadizo de primera, y para su desgracia ella heredó eso.
Así que ambos siempre se veían regañados por su madre, al menos Mei no era la única en ser presionada en recordar todo.
Sus cabellos rubios tal como los de su padre danzaron en su rostro ya que ni tiempo había tenido de peinarse apropiadamente (Tampoco es como si lo hiciera todo el tiempo).
—¡Papá! Olvidaste de nuevo que hoy tenemos la cena familiar...—Dijo Mei entrando por la ventana de la oficina de su padre.
Ya era una costumbre que nadie podría quitarle, y más porque aunque Mei quisiera no puede tomar por sorpresa a su padre que aunque este todo el tiempo entre tanto papeleo, siempre parece al tanto de su entorno, ella lo llama reflejos Ninja, o también solo la presencia de Kurama dentro de su padre.
—¿Mei-chan? —Preguntó el rubio al ver a su hija. —¿Acaso ya es viernes?
—Hasta donde revise, si. —Mei le lanzó la mochila que su mamá había encargado.
—Haru-chan va a matarme, todavía no termino estos papeles y tienen que quedar hoy. —Naruto soltó un quejido mientras continuaba con el papeleo.
ESTÁS LEYENDO
BLIND | Uzumaki Naruto
FanfictionHaruka Nara es ciega, pero eso no la hace delicada. Las personas siempre la trataban con delicadeza, pensando que siempre necesitaba ayuda, aún cuando no la necesitaba. Naruto Uzumaki fue el primero en reconocer su fortaleza, por lo que ella también...