BLIND | Uzumaki Naruto

01 "Our hero"

Muchos aldeanos saludaban a Naruto Uzumaki mientras este buscaba a Haruka, quien estaba seguro debía estar holgazaneando en algún lugar.

—¿Buscas a Haru? —Le preguntó una anciana que estaba barriendo la entrada de su hogar. —Salió a entrenar hace unas horas, debe de estar en alguno de esos campos de entrenamiento.

—Gracias oba-san —Le dijo el rubio mientras agitaba su mano despidiéndose y teniendo ahora una idea de donde esta su novia.

En el camino se cruzó con algunas chicas que soltaron un suspiro cuando él posaba su mirada en ellas, y Naruto les sonreía incómodo.

Cuando llego al campo que Haruka suele frecuentar la encontró recostada debajo de la sombra de un árbol.

Naruto sonrió al verla, es algo tan típico de la chica dormir en cualquier superficie del suelo.

Su rostro expresaba una completa paz y él no quiso despertarla (tampoco es como si pudiera, Haruka al dormir es un tronco, no hay nada que la despierte) se sentó a su lado y observó cada una de las facciones de la Nara.

Le gustaba verla, lo había hecho desde que la había conocido cuando eran niños y podía afirmar que nunca se cansaría de hacerlo, observar sus largas pestañas, sus blanquecinos ojos, de descubrir cada una de sus muecas y gestos, descubrir pequeños lunares alrededor de todo su cuerpo.

La chica llevaba su acostumbrada vestimenta Ninja, tenía algunos rasguños en su piel y un poco de tierra en su mejilla, tal vez por el entrenamiento.

El Uzumaki sonrió de lado y acarició su mejilla limpiando el rastro de tierra y se acercó para dejar un beso en sus labios, pero Haruka abrió sus ojos y le dedico una sonrisa traviesa.

—¿Te gusta la vista? —Preguntó.

—Mucho. —Dijo el Uzumaki cuando finalmente salió de su sorpresa, no esperaba que lo atrapara viéndola.—¿Te desperté?

Haruka negó con su cabeza y se reincorporó y se estiró. —Ya estaba despierta cuando habías llegado.

—¡Actuaste estar dormida! —Le recriminó Naruto.

—Culpable. —Dijo con una sonrisa divertida.—¿Como te fue?

Naruto sonrió a la chica y empezó a explicarle lo que había sucedido en su misión, mientras que Haruka escuchaba atentamente.

El Uzumaki se había ido por tres días por una misión que le había encargado el Sexto y después de haber entregado su reporte a Kakashi, Naruto había buscado a la Nara.

Ya había pasado año y medio de la última guerra y el mundo Ninja estaba en paz, y su relación no podía estar mejor que nunca.

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—La consientes demasiado Naruto. —Su madre negó cuando vio llegar a su hija en la espalda del rubio.

El susodicho solo se rio. —Realmente no me molesta hacerlo.

Haruka le sacó la lengua a su mamá, que Naruto la cargara en su espalda le gustaba ya que no tenía que caminar y lo más importante de todo, podía fulminar con la mirada a toda chica que intentara acercarse al Uzumaki.

Su fama ahora es tanta que parecía tener fanáticas hasta por debajo de la tierra y eso solo le hacía ponerse solo un poco celosa.

Meiko rodó los ojos por la acción tan  infantil de Haruka y dejó que ambos pasaran a su hogar, ya es casi tradición que Naruto cenara con ellos todas las noches así que la familia se había preparado.