Haruka Nara es ciega, pero eso no la hace delicada.
Las personas siempre la trataban con delicadeza, pensando que siempre necesitaba ayuda, aún cuando no la necesitaba.
Naruto Uzumaki fue el primero en reconocer su fortaleza, por lo que ella también...
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Minato detuvo que el sello del Kyubi, dedicándole una sonrisa a su hijo.
—Yo cree el jutsu de sellado de modo que pudiera aparecer en tu mente en caso de que el sello se rompiera al punto de salir la octava cola. —Explicó el rubio mayor. —Realmente quise evitar esto, ya que no deseaba volver a verte Kyuubi.
El zorro de las nueves colas soltó un gruñido al escuchar las palabras del Cuarto.
—Pero tenía ganas de ver a mi hijo como un hombre, entonces estamos a mano.—Regresó su vista al joven frente a él.
—¡Yondaime! ¡Ven aquí! ¡Te haré pedazos! —Exclamó el zorro.
—Bueno si ese es el caso, mejor me alejaré, ¿no es así Naruto?
—Naruto... ese es mi nombre... —Naruto todavía no podía salir de su impresión. —¿Como es que el Cuarto Hokage sabe mi nombre?
—¿Mmm? Ese es el nombre que te di, tu eres mi hijo después de todo. —Dijo con una sonrisa.
—¿Hijo? Entonces yo soy...—Naruto abrió los ojos y observó al hombre frente a él detenidamente.
—Si. —Afirmó él.
—Como escuchaste, tu eres mi hijo.
Naruto bajo la mirada pero luego lo miró y las lágrimas volvieron a salir salvajemente de sus ojos y sonrió de verdad frente a su padre, pero el Kyuubi siguió gruñendo completamente furioso de haber estado tan cerca de haberse librado.
—Es muy ruidoso, mejor vamos a un lugar más tranquilo.—Minato chasqueó los dedos y el lugar en el que estaban cambió completamente.
Naruto se limpió las lágrimas de sus ojos y miró aún anonado al Namikaze.
—Sandaime no te dijo nada, ¿verdad? Supongo que quería eliminar toda información acerca del Kyuubi.—Analizo el Cuarto. —Si la gente hubiera sabido que eras mi hijo hubieras estado en peligro.
—Papá...—Minato realmente no se esperaba aquel golpe de parte de Naruto.
—¡¿Por qué sellaste al Kyuubi dentro de tu propio hijo?! ¡¿Sabes todo lo que pase por eso?! —Exclamó. —Todos me miraban con desprecio y no podía hacer amigos, quería que la gente me aceptara así que entrene muy duro para hacerme fuerte...—Naruto empezó a gritarle, más que nada a reclamarle.—Entonces conocí a Iruka-sensei, Kakashi-sensei y a Ero-sennin ¡Y estaba tan feliz porque me ayudó a hacerme más fuerte! Pero debido a eso un grupo llamado Akatsuki vino por mi así que tuve que entrenar aún más, tengo que ser aún más fuerte, pero Akatsuki incluso mato... incluso mato a Haru-chan...—Su voz se entre corto al recordar el cuerpo de Haruka sin vida.
Naruto apretó la prenda en el lugar donde está su corazón aún sintiendo el dolor escociendo en su interior.
—Maldicion, ¡¿Se supone que debo estar contento o enojado?! ¡No lo se! —El rubio estaba tan confundido respecto a sus sentimientos que ya no estaba seguro de que sentir.
