Haruka Nara es ciega, pero eso no la hace delicada.
Las personas siempre la trataban con delicadeza, pensando que siempre necesitaba ayuda, aún cuando no la necesitaba.
Naruto Uzumaki fue el primero en reconocer su fortaleza, por lo que ella también...
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—¡Corre Haru-chan! —Naruto la arrastró por toda la aldea y ella saltaba descalza esquivando todas las personas que sentía a su alrededor.
Gracias a que Naruto había leído varios libros para ella, ahora entendía la teoría del chakra y podía darse cuenta que podía sentirlo e incluso darle forma. De eso ya habían pasado dos años y ahora estaban a punto de lograr graduarse de la academia.
El chakra de Naruto era cálido y le gustaba mucho estar a su alrededor.
Su agudizado oído la hizo escuchar los comentarios de los aldeanos. —Ese niño otra vez... ahora esta arrastrando a esa chica del clan Nara.
Ella no entendía el porque de esa aptitud de parte de los adultos.
—Los atrapé. —Iruka apareció, pero Haruka tomó del cuello a Naruto y se desviaron por un pasillo de la Aldea.
Ahora que podía sentir los chakras, se había vuelto más rápida, era su nueva versión de visión.
—¡Eres increíble, Haru-chan-ttebayo! —El rubio se rio al ver que habían escapado de Iruka.
—Aún les falta mucho por aprender. —Les dijo su sensei tomándolos por el cuello.
Haruka suspiró, pensó que seria un fastido volver a escapar así que simplemente se dejó atrapar por el moreno.
—¿Qué? ¡No, vamos Haru-chan! ¡Sueltame-ttebayo!
Iruka nos arrastró de regreso a la academia donde ella simplemente se fue a sentar junto a su primo.
—Que molesto que ahora también te metas en problemas por Naruto.
Ignoré lo que dijo Shikamaru y me concentré en la clase de Iruka.
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—¿Quieres ser Hokage? —Preguntó Haru al rubio, ya que antes había escuchado algo parecido decírselo a otros niños que lo estaban molestando.
—¡Sí! Así toda la aldea dejará de despreciarme y comenzará a tratarme como si yo fuera alguien, alguien importante. —Dijo el rubio. —¡Me convertiré en Hokage-ttebayo!
Haruka pensaba que era un sueño tonto, ser Hokage... pero escuchar la determinación en el rubio la hizo dudar de aquello.
—Eso es imposible. —Dijo la chica. —El Hokage es el Ninja más poderoso de la aldea, tú no estás ni cerca Naruto-baka. —Haruka no quería darle falsas esperanzas al rubio siendo que poco creía que lo lograra.
—¡Veras que me seré Hokage!
Haruka le dio una sonrisa burlona. —Recuerda, soy ciega.
