02: A nadie le importas.

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T/N T/1A.

Tenía que dejar de pensar en los demás antes que en mi misma. ¿Qué he ganado por eso?

Nada, más que burlas y humillaciones. No me iría para escapar. Lo haría para avanzar. Pero, había otro detalle: los chicos, y lo más importante; Erika. Siempre emos estado juntas, ella ha sido la que está a mi lado cuando siento que ya no puedo, ella es la que me ha dado motivos para seguir adelante.

Mandé mensaje a nuestro grupo. Una vez todos nos pusimos de acuerdo, miré la pantalla de mi teléfono como si ella pudiera darme respuesta con respecto a lo que debía de hacer. Aunque la verdadera pregunta sería ¿Realmente las cosas van a cambiar?

La verdad es que no encontraba la diferencia de estar mi mi familia, a estar con Raymond. Bueno, había una: Ray me golpeaba hasta enviarme al hospital.

Tenía miedo...

En pocos minutos llegué a nuestra guarida, consistía en un basurero de chatarra que habíamos encontrado y acondicionado. Con trabajos había logrado no perderme de camino. Me senté en uno de los capotes de los carros abandonados y suspiré con pesar.

¿Qué haría?

¿Porqué a pesar de saber en el peligro en el que podía estar estaba considerando irme con Ray?

Había muchos beneficios que le encontraba a irme. Sin embargo, también sabía lo que me pasaría. Mis intereses tenían que ser más grandes que los miedos. ¿Qué haré si me quedo aquí en mi situación actual? En cualquier lugar donde me encontrara, iba a terminar con mi vida. Eso era seguro.

Bajé de la capota suspirando y pasándome las manos por el rostro. Realmente estaba metida en un enorme lío. Me asusté al sentir un toque en mi hombro, mi cuerpo se estremeció haciendo que actuara de manera inconsciente. Moví mis caderas con fuerza haciendo palanca y viendo a un cuerpo pesado volar por encima mío.

Arrugué el gesto cuando sentí como tiraron de mis audífonos sachándomelos. Enchuequé el gesto al ver a mi amigo en el suelo.

–"¡Soy Zabdiel...!"

Me enderecé una vez le quité mi teléfono y audífonos de la mano.

—"Ya lo noté."

Desvíe la mirada cuando Zabdiel comenzó a levantarse. Se sacudió la tierra de la cabeza y la ropa.

—"No se como es que tienes tanta fuerza si eres diminuta."

—"Uhm. —me encogí de hombros – Lo siento."

–"No lo hagas. Aunque algún día me dejaras sin brazo nena."

Arrugué el gesto.

—"No me gusta que me llames así. Deja de hacerlo."

Zabdiel levantó las manos en son de paz.

Estaba consciente que mi amigo sentía algo por mi que iba más allá de la amistad. Pero la realidad es que yo no estaba interesada en ninguna relación interpersonal.

–"Te he dicho lo que siento por ti..."— me tomó de la mano y se acercó a mi.

Suspiré alejándome de él y apartando mi mano.

—"No te correspondo. Lo sabes. —me encogí de hombros metiendo las manos a las bolsas de mi sudadera— Y las personas que le ponen apodos a sus parejas como "nena" "bebé" "osito" "conejito" y todas esas cosas son ridículas y patéticas."

<<Señorita delicadeza, te dicen.>>

Inflé una de mis mejillas sentándome de nuevo sobre el carro. Zabdiel caminó a mi dirección metiendo las manos a las bolsas de su pantalón.

Together  (Aidan Gallagher.)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora